Cambio de tiempo, cambio de voto. La opinión de Miguel del Río
Si la semana pasada el tema de conversación era el 'veroño' que nos estaba dejando unos días magníficos esta semana la situación cambiaba totalmente. El frío y la lluvia otoñales han llegado para quedarse, y no sé de que nos extrañamos pues son fechas para ello y en Castilla deberíamos estar acostumbrados a esas fluctuaciones de un día para otro.
Miguel del Río Cristóbal
Al igual que el tiempo, de una semana para otra hemos podido ver como el voto cambia fuertemente y tampoco sé de qué nos extrañamos.
Podría analizar políticamente, desde mi humilde opinión, a que se deben estos cambios pero ya conocemos múltiples opiniones de estas, también en este medio. Voy a prestarle atención a los datos que nos traen a estos análisis, y repito: DATOS. Lo que ha llevado a esta conmoción, y a que PP y PSOE se pongan las pilas, son los estudios presentados primero por Metroscopia en El País y luego el CIS, con una cuestionada tardanza, el pasado miércoles. No sé a ustedes, pero a mi me sorprende poder leer 'Podemos, primera fuerza política' (Expansión) y 'Podemos, tercera fuerza política' (El País) como titulares el mismo día y con los datos del mismo estudio (el del CIS). Está variación depende de los datos que se escojan como referente, por un lado la intención directa de voto (si hubiera mañana elecciones) pone en primer lugar a Podemos y por otro lado las correcciones del CIS (la intención de voto condicionada por los resultados de las últimas elecciones o la simpatía con los diferentes partidos) que da al PP la mayoría. Con todo ese jaleo lo único que podemos concluir es que ninguno de estos datos es fiable.
Las correcciones del estudio del CIS únicamente hacen una media ponderada de tres datos: lo que dice el encuestado que votaría mañana, el partido con el que más simpatía tiene y lo que dice que votó en las últimas elecciones. Esto únicamente recoge un mala receta que consigue que el político de turno tenga unos datos favorables. Tras esto se preguntarán si ninguna encuesta vale, dejando a un lado que los estudios estadísticos son aproximaciones, los hay buenos y malos. Ya hemos visto los malos, ahora voy a mostrarles uno bueno. Se trata de dos estudios sobre el impacto de Podemos y las próximas generales que ha realizado la consultoría multinacional Conento, de manera independiente y sin haber sido encargados (y pagados) por ningún medio de comunicación, partido o institución. Por este motivo el estudio está basado únicamente en criterios técnicos a partir de datos proveniente de diferentes tipos de organismos que arrojan resultados certeros e independientes.
¿Quién vota a Podemos? Es algo muy discutido y con respuestas muy variadas, pues bien, el estudio de Conento se fija en factores demográficos, económicos, sociales y, como no, resultados de elecciones y encuestas. De esta manera perfila al 'votante tipo' de Podemos de la siguiente manera: urbano, con edad inferior a los 45 años, niveles de estudios elevados, un alto manejo de las nuevas tecnologías, mayormente orientados a la izquierda y con una fuerte desafección hacia la política. Pero hay otros factores que influyen en los resultados: la alta participación desfavorece el voto a Podemos, al igual que la composición del electorado: captan un bajo porcentaje de votos entre los mayor de 60 años. Si esto era lo que más perjudica a la nueva formación, capta un mayor número de votos en municipios con tasas de paro altas y en los que otras fuerzas minoritarias alcanzaran buenos resultados en elecciones previas.
¿Quién gobernará tras las próximas generales? También preocupa, pero a pesar de tanto porcentaje tampoco queda claro. Hay tres datos básicos de referencia: Metroscopia, intención de voto del CIS y estimación del CIS; pues bien, ninguno de ellos se acerca a la realidad ya que el presidente del gobierno no se escoge por porcentajes sino por mayorías de diputados y ese es otro cantar. Ninguno de los estudios anteriores lo tienen en cuenta pero para este resultado, que es lo que verdaderamente importa, es crucial el tamaño de las circunscripciones, el reparto de votos entre estas (vale más el voto de un soriano que el de un madrileño, por ejemplo y esto sería otro tema a discutir) y el sistema proporcional del método d'Hont. Con los datos de Metroscopia, bien interpretados y ajustados a la situación real, el estudio de Conento nos dan una buena aproximación para la realidad actual. De esta manera Podemos conseguiría 116 escaños de los 350 totales (el 33% del total), el PSOE 109 (el 31%) y el PP 87 (el 25%). Si la composición del Congreso quedara de esta manera estos tres partidarios estarían más representados de lo que les corresponde debido a todo el sistema electoral. Sin embargo IU e UPyD quedarían infrarepresentados con dos diputados cada uno (el 0,6% del total cada uno) cuando realmente obtendrían el 3,8% y 3,4% de los votos respectivamente. El resto de los 34 diputados irían a parar a formaciones con fuerte presencia en algunas autonomías como CiU, ERC, BNG, PNV, Amaiur,etc que siempre se han beneficiado del sistema electoral.
Pasaríamos de un bipartidismo a un tripartidismo en el que otras formas políticas no serían capaces de tener una representación significativa. Estos resultados, o similares, nos llevarían a un gobierno bastante minoritario con grandes dificultades para gobernar o una coalición de grandes partidos, un situación difícil de imaginar teniendo en cuenta el poco espíritu dialogante de nuestros políticos. Sea como fuere aquí les hemos acercado una visión objetiva y basada en datos fiables y de diversas fuentes, ya que a menudo esta información se encuentra enrevesada para trasmitir una realidad tergiversada.