POLÍTICA Y TOROS, O COMO DESVIRTUAR LA FIESTA. POR MIGUEL DEL RÍO
Imagen de la conferencia en la que participaron los alcaldes de Valladolid. (José Salvador y Pablo Alonso; Federación Taurina de Valladolid)
Miguel del Río Cristóbal
La semana pasada todos los focos del mundo taurino se fijaban en la tertulia que mantuvieron los tres alcaldes que ha tenido Valladolid en su democracia junto con los diestros Manolo Sánchez y Jorge Manrique, este último también gerente del coso de Zorrilla. Aunque siempre se pide la separación de la política y los toros, veamos con un poco de perspectiva dos ejemplos de ese mismo día en los que esta separación no se produjo.
Sorprendentemente, o quizás no, un grupo de unas 30 antitaurinos y un par de perros se manifestaban a tan solo un par de metros de la puerta del auditorio de Caja España-Duero en Fuente Dorada. Los calificativos que recibieron los más de 385 asistentes (la sala se quedó pequeña) eran de todo menos agradables, como si de corruptos a la entrada de los juzgados se tratase. Gracias a la presencia de al menos una decena de agentes no se produjo ningún altercado destacable más allá de una sanción por una actuación un tanto incívica de uno de los manifestantes. Pero mi pregunta es, ¿quién permitió esa manifestación a dos metros de un acto público (y legal) en el que se acosaba a los asistentes? ¿Se pidieron los permisos? Si no se comunicó, ¿por qué no se disolvió? El que tenía que actuar era el Subdelegado del Gobierno en Valladolid, Luis Antonio Gómez Iglesias. Declinó tomar una decisión contundente en la que se respetase el derecho a reunión igual que el de manifestación, pero en este caso prevalece la reunión que estaba convocada con anterioridad. No podemos permitir que se acose y señale a los asistentes a una conferencia sobre un espectáculo legal, y que esto se produzca tiene responsables, otra cosa es que lo queramos ver.
Fue San Pedro Regalado, como patrón de los toreros y de Valladolid, el objeto del debate pero con tres políticos en la mesa el tema se desvió a las actuaciones que había tomado el consistorio en relación con la fiesta a lo largo de los últimos 30 años. La noticia ‘estrella’ fue el anuncio del alcalde de Valladolid, Óscar Puente, de que aunque el consistorio municipal no volverá a organizar los premios San Pedro Regalado si concederá la gestión al decano de la prensa escrita ‘El Norte de Castilla’. Lo que sí ha asegurado el alcalde es que mantendrá la dotación presupuestaria y que las bases de dicho premio se mantendrán. A lo que yo me pregunto, ¿qué necesidad hay de ceder la organización a esta empresa? ¿Va a garantizar el ánimo de este trofeo? Dada su posición política, ¿no se atreve a organizar este premio? Creo que Valladolid se merece un alcalde valiente, que sepa defender el interés común de todos sus ciudadanos y sin buscar el revanchismo ni la venganza.
Soy consciente de que planteo muchas preguntas, de difícil o incómoda respuesta, y a las qué no tendré respuesta pero mientras pueda las haré.