La asociación taurina de Aldeamayor cerró el año con la organización de una charla taurina
- Que se celebró el pasado sábado como parte del programa de la Semana Cultural que la localidad
- El acto contó con la participación del ganadero José Manuel Sánchez, del empresario y apoderado José Ignacio Cascón, del novillero Manuel Diosleguarde y del crítico taurino Carmelo Melero
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La Asociación Cultural Aldeamayor Taurina (ACAT) puso el pasado sábado el punto y final a su calendario de actividades de 2019. Lo hizo con una charla incluida en el programa de la Semana Cultural que la localidad está celebrando desde primeros de mes.
El acto, celebrado en el Salón de Plenos del Ayuntamiento, contó con la participación del ganadero José Manuel Sánchez, en representación de la ganadería Hermanos Sánchez Herrero; del empresario y apoderado salmantino José Ignacio Cascón; y del novillero, también salmantino Manuel Diosleguarde.
A lo largo de la charla, de la mano del crítico taurino de Radio Marca Carmelo Melero, cada uno de los protagonistas fue departiendo sobre aspectos particulares a su trayectoria o generales de la fiesta.
Así por ejemplo, Diosleguarde fue cuestionado por las razones que empujan a un joven de su edad -20 años- a entrar en un mundo como el de la tauromaquia, sometido actualmente a una crítica feroz; por su estilo de toreo y por el salto de novillas sin picar a picadas; o por sus influencias dentro del ámbito de matadores salmantinos como López Chávez, José Ignacio Sánchez o Juan del Álamo.
A Cascón se le preguntó por todos los palos que un apoderado tiene que tocar para colocar a sus toreros en determinadas plazas que están monopolizadas por las figuras o por la premura que existe en la actualidad para que los empresarios anuncien los carteles de sus plazas con meses de antelación con los inconvenientes que pueden surgir a posteriori como pérdida de forma de los toreros anunciados o cambio de astados por lesiones sobrevenidas.
Con José Manuel Sánchez se debatió acerca de la idoneidad o no de poner fundas en los pitones a los astados, a lo que el ganadero se mostró totalmente a favor puesto que, a pesar de lo que se pudiera pensar, va en beneficio de la fiesta; o se le preguntó por la morfología y características de sus reses a las que definió como “aptas para todas las plazas”.
Finalizada la charla, público y conferenciantes compartieron un vino español en el que continuaron departiendo de la fiesta.