Un entretenido encierro mixto puso el punto y final a los festejos taurinos de las fiestas de San Roque en Aldeamayor
Dos de los cuatro toros que salieron del corral del campo terminaron por entrar en el recorrido del encierro urbano gracias a la pericia de caballistas y público mientras que otros dos, rezagados en zonas más o menos lejanas de la plaza de toros, tuvieron que ser atrapados por efectivos municipales.
Juan J. Villalba Pinilla
Finalizaron ayer los festejos taurinos al igual que las fiestas patronales en honor a San Roque en el municipio de Aldeamayor de San Martín. Lo hicieron con un encierro mixto en el que cuatro toros de la ganadería de Hermanos Mayoral de Castronuño salieron a las diez en punto de la mañana del corral del campo. A diferencia de su predecesor, el festejo de ayer duró más y fue indudablemente más entretenido, al menos para los cientos de almas que esperaban subidos en las gradas de la Monumental del Puente Canto o en la zona del embudo.
Dos de los astados llegaron hasta esa zona de manera consecutiva, uno con unos pocos caballos y otro acompañado del grueso de jinetes y de la partida de bueyes, y con más o menos trabajos se les pudo conducir hasta el recorrido urbano del encierro donde posteriormente, tras idas y venidas de los cabestros, accedieron al coso local y finalmente a los chiqueros. En este capítulo hay que resaltar las acometidas de los dos morlacos a las vallas que delimitan el embudo y los apuros pasados por algún espectador situado sobre ellas así como la pericia de un mozo de la localidad que con una chaqueta se bastó para, desde el otro lado del vallado, conducir a los dos animales, uno tras otro, a la zona urbana. Sus otros dos hermanos de ganadería, que no llegaron a la zona del embudo, tuvieron que ser reducidos utilizando medios mecanizados y fueron introducidos en chiqueros cerca del mediodía mientras cientos de aficionados seguían disfrutando de un encierro urbano.