Ninguno de los dos toros del encierro campero de Montemayor llegó a las calles de la localidad
Fueron reducidos por efectivos municipales y trasladados en la pala de un tractor hasta la Empalizada. Tras el festejo se celebró una capea con la suelta de un tercer novillo.
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Es posible que los ocupantes de las decenas de vehículos que se agolpaban en torno al camión desde el que salieron raudos y veloces los dos novillos del festejo, y que a la carrera cruzaron la carretera de Tudela para volver sobre sus pasos y dirigirse hasta Camporredondo, disfrutaran del espectáculo de ayer domingo; no así las cientos de personas que tanto en la entrada del pueblo como en las calles del tramo urbano del festejo esperaban ver a la manada de mansos y toros. Lo único que pudieron ver fue la llegada de los cinco bueyes q que mansamente entraron en las calles del municipio guiados por varios caballistas.
Como hemos señalado, los dos novillos salieron al galope y en unos pocos segundos se plantaron en la carretera que va hacia Tudela. Los caballistas y todos los vehículos que sin control alguno circulaban por las tierras, consiguieron reconducir a la manada que en vez de girar hacia el casco urbano de Montemayor salió en sentido contrario dirección Camporredondo. Algo más de una hora después se capturaría a los toros que serían transportados en las palas de dos tractores hasta La Empalizada. A la llegada de los cabestros a la localidad, algunos silbidos del público que esperaba la entrada de novillos, bueyes y caballistas denotó el mal estar del público. Como nota negativa hay que resaltar la muerte de un caballo que fue corneado por uno de los dos ejemplares procedentes de la ganadería del Taru.
Una vez que los dos toros fueron introducidos en toriles, tuvo lugar un encierro por las calles del municipio.