LOS TOROS DEL TERCER CAMPERO DE PORTILLO PROTAGONIZAN UN ENCIERRO RÁPIDO Y FRAGMENTADO
Juan J. Villalba Pinilla
Los encierros de Portillo llegaron a su particular ecuador con el celebrado esta mañana, tercero del programa de fiestas y último que desemboca en las calles del Distrito 1. Mañana a las diez dará comienzo el primero de los del segundo de los distritos de la villa.
Minutos después de las diez de la mañana se abrían las puertas del corral del Comeso y muy pronto el tropel de toros, mansos y caballos se disgregaba en cuatro paquetes: en el primero de ellos iba un toro que tras salir disparado hacia la izquierda del pinar pudo ser reconducido y encauzado a las tierras frente al Sombrío por el grupo de jinetes que le perseguían; acto seguido, también al galope, apareció un segundo cornúpeta que pareciera que quería disputar el sprint al primero en la llegada a su destino; segundos después, con la única compañía que varios caballistas que consiguieron parar la carrera del animal, asomaba por las laderas de las tierras frente al Sombrío el tercero de los bóvidos; finalmente, junto a los seis mansos que participaron en el festejo, asomó el último de los astados.
Los dos primeros novillos llegaron a la zona frente a la Macetera y decidieron tomar una ruta alternativa a la que sería normal en dirección a la Explanada. Bajaron hasta la antigua carretera de Segovia para hacer la guerra por su cuenta hasta que efectivos municipales, casi una hora después, les reducían cerca de la Autovía de Pinares y en las tierras de la ladera del Sombrío respectivamente.
Los dos últimos, agrupados junto a los mansos en la Explanada de Santo Domingo, subieron pausadamente por la Empedrada, acompañados de numerosos caballistas y personal a pie, hasta las calles del Distrito 1 ante la atenta mirada de la gran cantidad de público que se encontraba allí congregada.