Los niños de Arrabal corren las castañas
Cerca de 300 personas, casi todos niños, se dieron cita en la tarde del sábado en la Plaza del Ayuntamiento para cumplir con una tradición que se repite todos los 5 de enero desde hace décadas.
Juan J. Villalba Pinilla
La tradición marcaba que un toque de campanas a las tres en punto de la tarde ejerciera como indicativo de este ritual. Sin toque de más campanas que las que marcan las horas en el reloj de la torre, pero a las tres en punto, cientos de niños se agolpaban frente al balcón del Ayuntamiento para recibir los kilos de caramelos y golosinas, sustitutos de las castañas o manzanas de otros tiempos, que serían arrojados por Pedro Alonso y Mario Adeva, Alcalde y Teniente Alcalde respectivamente. A partir de ahí, un recorrido por las casas de Bienvenido Llorente, Jorge López, Carlos Gómez y Mari Ángeles García y Celia Gutiérrez, concejales, las sedes del Club Deportivo Portillo y de la Asociación de Amas de Casa y la casa del Alcalde completaron el recorrido previsto en aproximadamente media hora.
Las casas de cargos públicos e instituciones han sustituido a las de personajes como el secretario, el médico, el veterinario o al mismísimo cuartel de la Guardia Civil que eran los lugares visitados por los niños en épocas pretéritas. Fueran frutas o “chuches” y personajes ilustres o cargos públicos, lo importante es que la tradición se mantiene.