La Escuela Municipal de Música de Portillo arranca su andadura con más de 40 matriculados
La escuela echó a andar a finales del pasado año con una espectacular demanda. Se combina el aprendizaje de instrumentos con el del lenguaje musical. Además, se ofrece música y movimiento para niños de a partir de 3 años como medio para introducir a la infancia en este arte.
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Como señala el concejal de Cultura del Ayuntamiento de Portillo, Carlos Gómez Iglesias, “la escuela de música siempre fue una idea que tuvimos in mente dada la gran afición musical que ha existido en Portillo. De hecho hay gran cantidad de músicos originarios de aquí. Hay muchos vecinos y gente del entorno a los que les gusta la música, muchos jóvenes y adultos que se desplazan fuera de la localidad para estudiar; por lo tanto, había que hacer un intento serio de crear este servicio y así se hizo. Creemos que está funcionando bastante bien y sabemos que los comienzos son duros, pero ha salido adelante y esperemos que continúe durante muchos años y que cada año vaya dando un mejor servicio. Uno de los objetivos es la creación de una banda, pero tampoco es el fin último. Éste, sin duda alguna, es que la gente pueda aprender música y disfrutar de ella y con ella, facilitando las cosas para que así sea. Creemos que la acogida ha sido buena y esperamos que el número de alumnos crezca año a año, invitando a los vecinos de otros municipios cercanos que no disfrutan de este servicio, y a los que les gusta la música, que se acerquen hasta Portillo y conozcan el funcionamiento de nuestra escuela que, no podemos dejar de decirlo, cuenta con unos excelentes profesores”.
Estos profesores a los que el concejal de cultura alude son María Salvador y Álvaro Sánchez, que además ejercen las labores de Directora y Jefe de Estudios respectivamente. La figura jurídica que han escogido para gestionar la escuela es la de asociación musical, denominada en este caso “Villa de Portillo”. María es maestra especialista en educación musical y profesora de violín e imparte las clases de Música y Movimiento y de Lenguaje Musical. Álvaro es profesor titulado de piano y profesor superior de lenguaje musical y enseña piano y bajo eléctrico. Su proyecto de gestión de la escuela fue el que resultó elegido, frente a otros que también concurrieron, como modelo para ponerla en marcha. A partir de ahí, y abierto el plazo de matrícula, la respuesta ha sido mucho mejor de la que ellos esperaba. “Pensábamos que se inscribirían alrededor de 20 personas. Hubo más de 70 que de alguna u otra manera se interesaron y finalmente se apuntaron más de 40 por lo que estamos realmente satisfechos. Tenemos alumnos de Portillo y de otras localidades cercanas. Las edades de los matriculados oscilan desde los tres hasta los sesenta años. La mayor parte de los alumnos empiezan de cero, si bien es verdad que hay quien tiene alguna noción musical en algún instrumento como el bajo o la guitarra” indica Álvaro.
Aunque sin certificado legal, por no tratarse de educación reglada, los alumnos sí que adquirirán unos vastos conocimientos cuyo aprendizaje se inicia con las clases de lenguaje musical que se imparten diferenciadas en grupo de adultos y grupo de niños “pues el recorrido es diferente -señala María- y a pesar que la mayor parte de las escuelas no lo hacen así, nosotros sí que lo hemos querido dividir pues pensamos que las necesidades son diferentes. La planificación de la escuela comprende cinco años de lenguaje musical, y los que el alumno demande en el caso concreto del instrumento. Además, para que los más pequeños, desde la edad de 3 años se vayan familiarizando con la música y adquiriendo conocimientos, se imparte la asignatura Música y Movimiento en la que se enseña este arte de una manera divertida con el juego como base del método. A la hora de elegir instrumento cada alumno debe guiarse por sus gustos y no por que el aprendizaje de uno pueda parecer más duro que el de otro, pues todos tienen sus particularidades y son difíciles. Un instrumento es difícil según al nivel que quieras llegar. Lo importante es elegirlo por su sonido y por lo que te hace sentir” señala María.
Para los alumnos que comienzan a estudiar lenguaje musical, el contacto con el instrumento es inmediato. Se ofertan clases de violín, piano, bajo eléctrico, batería, guitarra clásica y guitarra eléctrica.
Tanto María como Álvaro perciben el interés de los alumnos pues hasta el momento las únicas ausencias han sido generalmente por motivos laborales.
Aunque este año no se ha conseguido, al no salir un grupo, la intención es que la escuela no sólo sea de música sino también de danza centrándose en el ballet clásico y danza tradicional. “Lo que se persigue –recalcan ambos- es poder ofrecer un servicio cada vez con más contenidos, no sólo a los vecinos de Portillo sino a los de otras localidades cercanas. Además, desde el Ayuntamiento sí que se nos ha trasmitido la idea de mejorar las instalaciones en la medida de las posibilidades siempre que la demanda se consolide y aumente”.