El novillero Borja Jiménez triunfador del último festejo de la feria de Laguna de Duero
Poco tendido el de antes de ayer, algo más de un cuarto, en la tarde que puso punto y final a las tardes de toros en el coso lagunero.
Carlos Cerro Santos
Se lidió una novillada picada a cargo de Antonio Puerta, Luis Gerpe y Borja Jiménez, ante los astados de los hermanos González Rodríguez, más bien conocidos en el mundo del toro como los Longuillas; reses que pastan en la Sierra de Guadarrama. Una ganadería que lidia muy pocas tardes pero tiene muy buena reputación.
El primero de la tarde fue para Antonio Puerta; un jabonero bravo, con trapío y mucha fuerza al que Puerta le pudo hacer una buena faena, pero una estocada muy tendida y un mal uso del descabello, hizo que el novillero no tocara pelo. En el cuarto y segundo de su lote, un novillo muy grande y de buenas hechuras pero algo despistado, el picador se atrevió a ponerle tres varas. En el tercio de muleta hizo una faena preciosa a pesar de que el novillo no tenía mucha clase. Dos pinchazos y un fatal uso del descabello, provocó de nuevo la ausencia de trofeo.
El segundo de la tarde, otro jabonero, para Luis Gerpe en cuya faena destacó la bonita lidia con el capote. En general el novillero estuvo a la altura y el novillero pudo hacer una buena faena en general. Sonó deslució el primer aviso a causa de las tres estocadas necesarias, a la que después se sumó el descabello. En su segundo loto y quinto de la tarde, tuvo un novillo fortísimo y de gran presencia. La faena no fue muy destacada ya que tuvo que tirar continuamente del novillo para que arrancara y al final se vino abajo. A pesar de que pinchó en la primera estocada y la segunda quedó trasera y baja, el presidente concedió a Gerpe una oreja.
Borja Jiménez, lidió el tercero y el último. Su primero, otro con mucha fuerza, causó un susto al picador, que se tiró del caballo al callejón a causa de las continuas acometidas del toro. Jiménez toreó con mucho arte y puso mucho empeño en la faena, saliendo al ruedo desde el primer momento con mucha potencia. Una buena estocada, aunque quizá algo atravesada, y el buen uso del descabello le premió con una oreja. En el último de la tarde, otro novillo con mucha fuerza, en uno de sus lances con el capote, se llevó a Jiménez por delante, causándole una cornada en la zona del abdomen. El novillero salió a torear cojeando de la pierna izquierda, y a pesar de ello se vio una gran faena, la mejor de la tarde. Una estocada hasta los gavilanes, fue el detonante para que Jiménez se llevase las dos orejas.
A continuación de la novillada se soltaron dos vaquillas del Raso de Portillo para todos los aficionados. Y a las nueve de la tarde se despidieron los festejos taurinos hasta el año que viene con un encierro por las calles anexas al coso lagunero.