Las calles de Aldeamayor se inundan de dolor en el último día de su Carnaval
- Con la celebración del Entierro de la Sardina, actividad recuperada desde el Ayuntamiento tras décadas de ausencia en el programa de Carnaval
- La villa pone fin a seis días de actividades que se iniciaron el pasado viernes y que han tenido sus citas más importantes en la carrera solidaria del sábado y en el desfile de disfraces del lunes
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- Aldeamayor disfruta de su Carnaval 2020 desde el pasado viernes
- Aldeamayor llega al cenit de sus carnavales con un multitudinario desfile de disfraces
Dolor. Mucho dolor es el que se vivió en la tarde de ayer miércoles en las calles de Aldeamayor de San Martín. El fallecimiento de la sardina, unos dicen que de forma repentina, otros que tras meses de agonía, llenó de desolación a familiares, amigos y vecinos en general, muchos de los cuales despidieron a este pescado a media tarde, incinerando sus restos en la Plaza Mayor.
El cortejo fúnebre partió pasadas las cinco de la tarde del Espacio Joven. Primero los dulzaineros de ‘Tierra de Pinares’ entonando marchas, si no fúnebres, no tan festivas como las que interpretan habitualmente. Detrás, depositados sobre una carroza arrastrada por un vehículo a motor, los restos de la desgraciada sardina y un poco más atrás toda una comitiva vecinal encabezada por un obispo, enviado papal para la ocasión, y por un grupo de mujeres, de luto riguroso, que hacían visible su dolor con sollozos, chillidos, incluso aullidos en algunos casos, y no pocas lágrimas.
La comitiva fue dejando atrás la Avenida Valladolid y la calle Larga hasta adentrarse en una Plaza Mayor presidida por una pira funeraria, donde fueron depositados los restos del malogrado clupeido tras el oportuno responso del oficiante. Fue entonces, cuando la despedida estaba próxima y cuando el fuego purificador consumía los restos de la sardina, el momento de mayor carga emocional en el que volvieron a brotar de las gargantas de las desoladas plañideras esos llantos, chillidos e incluso aullidos y en los que no faltó algún desmayo.
El acto concluyó con el reparto de unas galletas con forma de sardina, a forma de recordatorio, entre los presentes por parte de las autoridades locales presentes.
Con esta actividad, rescatada por el Ayuntamiento tras décadas de ausencia, finalizó el programa de Carnaval que se venía celebrando en la localidad desde el pasado viernes. Han sido seis días de actividades que han tenido sus citas más importantes en la carrera solidaria de la mañana del sábado, con la participación de más de 400 vecinos y con la recaudación de más de 1.300 euros para la Asociación de Lucha contra el Cáncer, y en la tarde del lunes con el multitudinario desfile de disfraces por las calles del municipio con fiesta final en el polideportivo.