LOS SOCIOS DE LA COFRADÍA DE SANTO ÁNGEL DE MEGECES CELEBRARON AYER SU FIESTA
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Un año más, los 93 socios de la ‘Asociación de la Fe de Socorros Mutuos para la Clase Obrera’ de Megeces, más conocida como ‘Cofradía de Santo Ángel’, conmemoraron a su patrón.
El programa de actividades comenzó a las doce y media del mediodía en la Iglesia Parroquial de Santiago Apóstol con una misa oficiada por el párroco de Íscar, Juan Carlos Plaza, y cantada, como en cada gran ocasión, por la Coral de Megeces, magistralmente dirigida por José Pinilla. Finalizada la Eucaristía comenzó una procesión por las calles del pueblo que estuvo amenizada con jotas y entradillas interpretadas con dulzainas y redoblantes y en la que no faltaron algunos bailes en honor al santo.
Tras la parte religiosa, todos los presentes -socios y familias- marcharon al salón anexo al Ayuntamiento, antaño escuelas municipales, para compartir un vino español. Como es costumbre en este espacio de convivencia, el presidente de la asociación, que este año es Isidro Gutiérrez, dirigió unas palabras de bienvenida a la concurrencia tras las que se procedió a entregar un obsequio a los socios.
El propio salón fue el lugar donde ya entrada la noche los socios volvieron a reunirse para poner punto y seguido a las actividades públicas de la jornada con unas actuaciones musicales, orquesta y discomovida, que se alargaron hasta las primeras horas de la madrugada.
LA HISTORIA DE LA FIESTA
El origen que esta fiesta tiene en la localidad hay que buscarlo, como indicábamos al inicio del artículo, en 1904 cuando nace la ‘Asociación de la Fe de Socorros Mutuos para la Clase Obrera de este pueblo de Megeces’. Un 6 de enero de aquel año, Luciano Manso ejerciendo como presidente, Justo Martín como vicepresidente e Isidoro Baruque como tesorero, fundan, acompañados de decenas de socios, este colectivo cuya finalizada era la de ayudar a los socios que cayeran enfermos con fondos provenientes del pago de cuotas. Ese objeto social se ha mantenido hasta hace casi cinco décadas, cuando la Seguridad Social y las mutuas laborales se hicieron cargo del pago de las bajas por enfermedad e incapacidad laboral de los trabajadores. En los últimos años aquella función asistencial ha sido sustituida por la colaboración en proyectos de tipo solidario con donaciones de fondos económicos a alguna asociación o con recogidas de alimentos.
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