MIGUEL DEL RÍO, PRESIDENTE DEL CPJV: “QUEREMOS INCREMENTAR LA PARTICIPACIÓN JUVENIL EN EL MUNDO RURAL”
Pueblosycomarcas.com; @PueblosComarcas
Miguel del Río (La Pedraja de Portillo, 1995) es el actual Presidente del Consejo Provincial de la Juventud de Valladolid, un organismo que suena a casi todo el mundo pero del que no todo el mundo tiene claro qué es y cuál es su función. De ahí que el propio Miguel nos lo explique a continuación en una breve entrevista.
Para quien aún no sepa de su existencia, ¿qué es el Consejo Provincial de la Juventud, quiénes lo forman, cuál es su función, su presupuesto y cómo se financia?
Es un organismo que funciona como una federación de asociaciones y entidades juveniles de la provincia -concretamente diecinueve- ya sean de carácter social, político o cultural, al que se considera el máximo representante de la juventud en la provincia así como interlocutor válido con instituciones y organismos.
Se trata de un órgano que organiza sus propias actividades pero también sirve de soporte y respaldo para entidades más pequeñas en ámbitos como, por ejemplo, el asesoramiento.
En cuanto al presupuesto, asciende a algo más de 18.000 euros que provienen en su totalidad de convenio suscrito con la Diputación Provincial de Valladolid, que no deja de ser la institución que instó a su creación y al que tutela, no en la actividad en la que tenemos plena libertad, sino en el uso que se hace de esos fondos puesto que estamos regidos por la Ley de Subvenciones.
¿Qué te lleva a presentarse para ocupar el cargo de Presidente?
A finales de 2016 el Consejo vivió un proceso muy convulso en el que a pesar de que hubo elecciones no hubo ninguna candidatura que saliera adelante ni para cubrir la presidencia ni para cubrir la mayoría de los cargos en la comisión permanente. Eso implicó que se tuvieran que repetir las elecciones y que la participación pasara de ser muy alta a ser muy baja. El hecho de que no hubiera ningún candidato hizo que por responsabilidad me presentara –como representante de la Asociación Juvenil de La Pedraja- para que la organización no quedara descabezada y destinada a la desaparición. Desde entonces –febrero de 2017- el Consejo funciona con una comisión permanente de sólo tres miembros: un servidor como presidente; Noemí Rojo, en representación de NNGG del PP como secretaria, y Michal Pagallhy, representante de Juventudes Socialistas, como tesorero.
Cuando llegaste al cargo indicaste que “Formación, vivienda, comunicaciones, alternativas de ocio y, sobre todo, oportunidades laborales son los factores que se han de trabajar con el fin de propiciar que los jóvenes decidan mantener su residencia en las localidades de la provincia”. ¿Cómo puede trabajar el Consejo en aras del cumplimiento de esos factores teniendo en cuenta que su capacidad de gestión es mínima?
Aunque nosotros no tenemos capacidad para tomar decisiones de gran envergadura, ni convocar actividades que abarquen a grandes cantidades de jóvenes, funcionamos como lobby o voz del mundo juvenil, y es ahí donde está la parte más importante de nuestra labor: trabajar en planes que desarrollan instituciones como Diputación de Valladolid ya sean en los ámbitos de juventud, empleo, mujer o LGTBI haciendo que escuche lo que opinan los jóvenes.
¿Habéis recogido frutos? ¿Cuáles?
No estamos satisfechos al cien por cien, pues no se nos escucha tanto como nos gustaría ni estamos en todos los sitios donde nos gustaría, pero en muchas ocasiones sí se tiene en cuenta lo que planteamos. No somos conformistas a la hora de pedir que se nos dé más relevancia pero tampoco podemos menospreciar lo conseguido.
¿Cuáles son las líneas de trabajo y acciones concretas que os marcáis a partir de 2018?
Como premisa tengo que señalar que, aunque por estatutos la presidencia abarca un periodo de dos años y no me importaría seguir hasta febrero de 2019, mi idea es que se convoquen elecciones en la primavera de 2018. El objetivo es que la comisión permanente que está bajo mínimos aumente su hasta los nueve que fijan los estatutos. Si me tengo que presentar lo haré, pero no tengo ningún inconveniente en dar un paso al lado y que entre alguien que tenga al menos tantas ganas como las que tengo yo. A partir de ahí, lo lógico es seguir incidiendo en los campos que he citado anteriormente y aumentando nuestra influencia en la toma de decisiones.
¿Cree que conseguirá ese objetivo de aumentar la participación o cree que la juventud es apática y prefiere que se lo den todo hecho?
No se puede negar que la participación juvenil ha cambiado mucho en los últimos años porque estamos viviendo un momento en el que hay muchísima oferta, tanto pública como privada, de actividades para los jóvenes y en el que éstos no tienen tanta necesidad de asociarse como hace una década. Aun así es necesario participar y sigue habiendo jóvenes dispuestos a ello. Actualmente estamos desarrollando una campaña para que las asociaciones juveniles de la provincia que no están dentro del Consejo se integren en él y en la que también se van a crear algunas nuevas. De cara al futuro, si la financiación nos lo permite, queremos organizar actividades que favorezcan esa participación.