La patata española fía su futuro a la constitución de una interprofesional que defienda “de verdad” al conjunto del sector
Más de 300 agricultores y técnicos han participado en Valladolid en el II Encuentro Nacional de la Patata, organizado por Asopocyl. El agricultor de Castilla y León obtendrá este año “precios justos” por una producción que se anuncia sensiblemente menor a la de 2014.
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La patata es un cultivo con numerosas asignaturas pendientes que podría desaparecer del campo español si se repiten años tan malos como 2014, con pérdidas medias de 3.000 euros por hectárea para el agricultor. Esta realidad hace urgente la constitución de una organización interprofesional que aglutine a productores, operadores y comercializadores, y que defienda “de verdad” al conjunto del sector. Así lo ha subrayado esta mañana el presidente de la Asociación de Operadores de Patata en Origen de Castilla y León (Asopocyl), José Ramón Aguado, durante el II Encuentro Nacional de la Patata.
La convocatoria ha reunido en la Feria de Valladolid a más de 300 agricultores y técnicos, con diferentes intervenciones que han respaldado esa demanda de una interprofesional que sirva para “ordenar” el sector, pero también como interlocutor ante el mercado y ante las administraciones. Una de las funciones que debería asumir la entidad sería la de recabar apoyo institucional para una ambiciosa campaña divulgativa que defendiese las bondades de la patata como alimento. Como subrayó Aguado, la sociedad debe recibir de forma clara el mensaje de que este tubérculo es altamente nutritivo y, pese a los tópicos, “no engorda”. De hecho, la patata posee el mismo poder calórico que la manzana, y la tercera parte que la pasta, una de sus principales competidoras en los lineales del supermercado.
Según los datos que maneja Asopocyl, el consumo de este producto ha caído el 30% en los últimos diez años, “lo que no concuerda con un país que desde siempre ha sido modelo de la dieta mediterránea”.
Para José Ramón Aguado, el éxito de esta convocatoria, “con más de 300 profesionales en un día de mucho trabajo en el campo”, obedece a que el de la patata “es un sector muy castigado”, lo que lleva al agricultor a “demandar la mayor información posible”. Así las cosas, la campaña se anuncia con precios justos para el agricultor de Castilla y León, que en principio se beneficia de que “finalizado julio no habrá una región arrancando en la península”. Eso sí, “desde aquí hasta el 1 de agosto se puede derrumbar el esquema de precios si el agricultor arranca antes de tiempo por la expectativa de un buen precio”. De este modo, “lo que mejor que puede hacer el productor es dejarse asesorar por el operador, que es su comprador y quien mejor conoce la situación de la demanda”.