La marcha negra de los brigadistas de incendios forestales pasó ayer por Aldeamayor, La Pedraja y Mojados
La marcha recorrerá un total de 185 kilómetros y les llevará hasta Madrid donde esperan reunirse con la ministra de Agricultura, Isabel García Tejerina, para exponerla sus demandas. Tras hacer noche en Mojados hoy esperan llegar hasta Coca en Segovia donde volverán a hacer noche.
Juan J. Villalba Pinilla
Una veintena de trabajadores y un can, integrantes de las Brigadas de Refuerzo en Incendios Forestales (BRIF), iniciaron en la mañana de ayer en Valladolid una marcha de protesta con la que buscan dignificar su profesión y que arrancaba tras una huelga indefinida de setenta y nueve días.
Esta marcha, de 185 kilómetros de recorrido a razón de más de veinte kilómetros diarios, les llevará hasta Madrid donde el próximo martes, 20 de octubre, se presentarán ante la sede del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente para llevar a cabo una concentración y reunirse con la ministra Isabel García Tejerina. En la tarde de ayer esta ‘marcha negra’, como ya se la denomina, cruzó por los términos municipales de Aldeamayor de San Martín y La Pedraja de Portillo hasta llegar a Mojados donde han hecho noche. Hoy la reanudarán para recorrer una nueva etapa que tiene como próxima parada la localidad segoviana de Coca.
“Tras setenta y nueve días en huelga que se cumplen hoy hemos tomado la determinación de iniciar esta marcha que ha salido desde Valladolid y culminará el día veinte cuando nos reunamos con la ministra de Agricultura” señalaba a esta redacción Juan Carlos González, especialista de la base leonesa de Tabuyo.
En palabras de González las demandas del colectivo son “muy básicas”. Irían encaminadas, en primer lugar, a que se les reconozca la categoría de ‘bombero forestal’ lo que les abrirían las puertas a cobertura por enfermedades profesionales que ahora no tienen reconocidas así como a coeficientes de reducción en cuanto a la jubilación. “Queremos que nos llamen por lo que somos y por lo que hacemos pues hasta ahora somos simples peones”. Un segundo punto es el que ellos denominan “segunda actividad” que iría encaminado a que aquellos brigadistas que por edad o por problemas físicos no puedan seguir en los dispositivos contra incendios no sean despedidos “sino que se les recoloque en una actividad relacionada”. La tercera reivindicación es la de unas mejoras salariales acordes a los riesgos que se corren y a las tareas que desempeñan.