LA COFRADÍA DE COMPASCO DE ALDEAMAYOR VIVIÓ EL SÁBADO UNA ROMERÍA HISTÓRICA
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El pasado sábado, como cada 13 de mayo, la localidad de Aldeamayor de San Martín celebró la primera de las dos romerías anuales en honor a la Virgen de Compasco en la ermita sita en el paraje del mismo nombre.
La cita de este año era especial e histórica ya que para dar cumplimiento a los nuevos estatutos de la Cofradía – aprobados por la Archidiócesis de Valladolid el día 26 de mayo de 2016 con la firma de Monseñor Luis Argüello, obispo auxiliar y la de Don Francisco Javier Mínguez, Secretario Canciller- en lo referente a la igualdad de derechos y deberes entre cofrades, tres mujeres han pasado a formar parte de la Junta Directiva como mayordomas/camareras. Se rompe así con la tradición secular de que sólo los hombres pudieran servir la vara y a partir de ahora habrá tres mayordomos, el regente y los dos precedentes, y tres mayordomas o camareras, que comenzarán a desarrollar a partir del derecho de antigüedad de la lista de una Cofradía que hunde sus raíces en el siglo XV.
A las doce del mediodía daba comienzo en el interior de la ermita, como es habitual esta fecha, la misa en honor de la patrona de la localidad que estuvo oficiada por el párroco local y arcipreste de Tierra de Pinares José María Gil. Junto a él, en el Altar Mayor, el veterano Felipe Ojero, quien a sus más de 80 años sigue echando una mano en las tareas litúrgicas cada vez que la edad y la salud se lo permiten, y las integrantes del coro parroquial entonando una tras otras las canciones de la ceremonia. En la primera fila de una de las columnas de bancos del templo se encontraba el mayordomo regente, Eduardo Martín Rupérez, escoltado por José Joaquín Villafruela y José María Moretón, los tres portando las varas de la cofradía. En la primera fila de la otra columna Ana María Sanz, Dorotea Martínez y Concepción Pérez Matilla -esta última con 97 años de edad- las tres hermanas cofrades nominadas para ser nombradas mayordomas.
Ante un templo abarrotado de vecinos de Aldeamayor, hijos de la villa llegados para la ocasión que no residen habitualmente en ella pero que retornan en este y otras celebraciones, y algún que otro visitante, Gil aprovechó la homilía para, en consonancia del especial acontecimiento, hacer un alegato en favor del papel de la mujer en la vida de la Iglesia recordando, por ejemplo, la importancia de María o que fueron mujeres las primeras en ver a Jesucristo tras su resurrección.
Finalizada la ceremonia religiosa con el canto de la Salve y del himno de la Virgen de Compasco, tomó la palabra el secretario de la cofradía, Avelino Carlos Sanz López, quien explicó al público la razón de la modificación de los estatutos y dio comienzo al acto de nombramiento de las nuevas mayordomas, que una tras otra aceptaron el cargo tras besar la vara que les mostraba Eduardo Martín. Finalmente el mismo Sanz hizo lo propio y aceptó el cargo de mayordomo que asumirá a partir de primer domingo del póximo septiembre.
A pesar de la continua amenaza de lluvia, muchos de los que acudieron hasta el paraje se quedaron a disfrutar de un día de campo comida incluida. El próximo 3 de septiembre se llevará a cabo la segunda de las romerías anuales con la tradicional misa en el exterior, la procesión con la talla de la Virgen en derredor de la ermita y con la subasta para recaudar fondos a beneficio de la cofradía.
De izquierda a derecha Eduardo Martín, José J. Villafruela, Dorotea Martínez, Ana María Sanz, Concepción Pérez y José María Moretón.