INAUGURADA ‘ABECEDARIOS. EL ARTE DE COMUNICAR’, NUEVA EXPOSICIÓN PERMANENTE DEL CENTRO ELEA MIGUEL DELIBES DE LA VILLA DEL LIBRO DE URUEÑA
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El presidente de la Diputación de Valladolid, Jesús Julio Carnero, acompañado de Joaquín Díaz como coordinador de la muestra, ha inaugurado hoy ‘ABECEDARIOS. El arte de comunicar’, que durante los dos próximos años será la nueva exposición permanente del Centro eLEA Miguel Delibes, de la Villa del Libro de Urueña.
En este sentido, Jesús Julio Carnero ha recordado que “la nueva exposición responde al nuevo proyecto museográfico para el Centro e-Lea Miguel Delibes que pusimos en marcha en el año 2014, con la presentación de una tipología expositiva que combina una exposición permanente durante un período aproximado de dos años con otras temporales que la complementan y desarrollan a lo largo de ese período”.
Así, tras la primera exposición, ‘Recuerdos de Papel. Libros y papeles de nuestra vida cotidiana’ con parte de los fondos de la colección Martínez-Leis, en junio de 2016 tomó el relevo la exposición ‘Visión de los Días’, dedicada al poeta Francisco Pino y centrada exclusivamente en la poesía experimental o visual del autor vallisoletano. “Hoy inauguramos la nueva exposición permanente, ‘ABECEDARIOS. El arte de comunicar’, coordinada por Joaquín Díaz y comisariada por Jesús María Martínez, que protagonizará este espacio los próximos dos años”.
El presidente de la Diputación de Valladolid ha señalado que, “con esta nueva muestra nos centramos en algo aparentemente tan simple como la escritura y la lectura. Dos habilidades que son esenciales para la transmisión del conocimiento, de la cultura, y que tienen un significado muy especial en un espacio como este centro eLEA, que no es otra cosa que un Espacio para la Lectura, la Lectura y sus Aplicaciones”.
RIGOR, CURIOSIDAD, ARTE Y NOSTALGIA
Jesús Julio Carnero ha destacado que “en cierta medida, podíamos dividir la exposición en dos partes bien distintas. Una primera que se centra en la necesidad del ser humano de comunicarse y de crear una representación gráfica del lenguaje que le permitiera reflejar, recordar y transmitir emociones o ideas. Así nacen los alfabetos y, con ellos, los manuscritos y los códices, la imprenta, la encuadernación de los libros, etc. Es decir, diferentes formas, tanto funcionales como artísticas, que nos ayudan en la transmisión de conceptos y sentimientos”.
El presidente de la Diputación de Valladolid ha señalado que, “evidentemente, todas esas formas de comunicación son artificiales, son códigos que es necesario aprender para poder ser utilizados por toda una sociedad. Y ese es el hilo conductor de la segunda parte de la exposición, en la que también se cuela la música y las diferentes formas de transmitirla a lo largo de la historia”.
En definitiva, estamos ante una exposición “tremendamente variada en la que el visitante puede disfrutar con el rigor histórico con el que se aborda la evolución de los diferentes alfabetos y formas de escritura, con la curiosidad de piezas especialmente llamativas que se convierten en sí mismas en obras de arte, como la reinterpretación de una página del Beato de Tábara o el facsímil del Quijote de la Academia de 1780, o con la nostalgia de las cartillas con los que algunos aprendimos a hacer nuestras primeras letras”.
ABECEDARIOS. EL ARTE DE COMUNICAR
La exposición se organiza en 14 secciones expositivas que se inician con los primeros alfabetos, partiendo del alfabeto fenicio, y repasando otros como los alfabetos semita, tartésico, ugarítico, árabe, griego y latino. Le siguen una sala dedicada a los códices y manuscritos, con varias copias y recreaciones que incluye además ejemplos de diferentes tipografías utilizadas como la carolingia, la visigótica, la gótica, la rústica romana, las unciales romana e irlandesa, así como las capitulares quadrata y visigótica.
La tercera sección hace ya referencia a los tipos móviles, que nacen con la llegada de la imprenta, así como las diferentes tipografías y cuerpos. También a las diferentes fundiciones españolas de la última década del siglo XIX y del siglo XX, y de los distribuidores de tipografía en España. Junto a la imprenta propiedad de la Diputación de Valladolid, que forma parte de la exposición, se encuentran en esta sección la máquina de escribir y la linotipia.
La sección cuarta hace referencia a la rotulación técnica y artística, con atención especial al diseñador Joan Trochut, el más destacado tipógrafo español del siglo XX, mientras que la sección quinta está dedicada íntegramente a la Letra Ibarra, que debe su nombre al impresor del siglo XVIII Joaquín Ibarra que logró fama internacional, y a la tipografía española, que alcanzó su cumbre con la edición que la RAE hizo del Quijote en 1780.
La sección sexta se dedica al arte de la encuadernación y sus diferentes técnicas; la sección séptima profundiza en otros lenguajes, como el braille y el lenguaje de signos.
APRENDER A LEER Y ESCRIBIR
Las últimas secciones se dedican a los diferentes métodos de aprendizaje de lectura utilizados a lo largo de la historia, con cartillas y catones como grandes protagonistas de la sección octava, mientras la novena está dedicada a la lectura ya la caligrafía, mostrando la evolución de la enseñanza de ambas disciplinas que, por fin desde el siglo XIX, se unieron en un mismo camino.
La sección décima hace referencia a juegos, puzles y rompecabezas, la undécima a modelos y dechados, es decir, a los muestrarios de letras que se solían hacer en el hogar o en la escuela como modelo para bordar después mantelerías u otros elementos del ajuar doméstico y en los que se realizaba un muestrario de letras al que se añadía algún toque personal.
La sección duodécima se centra en el lenguaje musical y su evolución desde la primera notación conocida, hace 4.000 años, hasta nuestros días, con diferentes sistemas de notación. La sección décimo tercera, que coincide con el pasillo, muestra diferentes abecedarios y expone una selección de 27 signos realizados por los diseñadores más representativos del panorama nacional y seleccionados para esta ocasión por Miryam Anllo.
Por último, en la sala de exposiciones temporales, se recoge la sección décimo cuarta, un apartado dedicado a manuscritos escolares que incluye un repertorio de los libros pedagógicos utilizados en los procesos didácticos de lectoescritura y que muestra, a su vez, modelos de escritos y documentos usados en las actividades cotidianas, como cartas, recibos, vales, pagarés, contratos, etc. Todos los libros presentes en la muestra fueron impresos durante la segunda mitad del siglo XIX y buena parte del siglo XX, hasta 1965.