EL TRABAJO DE LA ASOCIACIÓN TAURINA ‘EL POLVORÍN’ REDONDEÓ UN FANTÁSTICO FIN DE SEMANA FESTIVO EN VIANA DE CEGA

Imagen de 'Faisán', Toro de San Blas 2019.

Juan García Tejedor Pueblosycomarcas.com

Buen fin de semana taurino el celebrado en honor a San Blas y las Candelas durante en  Viana de Cega.

Un año más, la Asociación Cultural Taurina “El Polvorín” convocó a todos los amantes de la tauromaquia a la quinta edición de coloquios taurinos celebrada el viernes 1. En este año y en su afán de superación gracias a su trabajo y a la afición de los socios, el invitado fue el ganadero burgalés  Antonio Bañuelos. En un abarrotado salón de plenos del consistorio pinariego el propio ganadero fue desgranando sus principios y su buen hacer al frente de la vacada de origen Torrealta, que pasta en los predios del Páramo de Masa.  Los “toros del frío”, como vulgarmente se conoce esta ganadería, se crían a más de mil metros de altitud, con los rigores del invierno de la provincia de Burgos. Amenizado con un video, el ganadero desgranó, paso a paso, el manejo y vida de sus pupilos desde que nacen hasta su destino final. Bañuelos dejó clara su afición y compromiso con todos los aficionados, con su metódico y templado discurso a los presentes.

Pero el gran día, en cuanto al tema taurino se refiere, sería el sábado. Y es que un toro de Antonio Bañuelos llama a todo tipo de aficionados a la tauromaquia. En este caso estaban congregados los llamados aficionados al festejo popular y los que les gusta más la corrida de toros. Acartelados estaban dos toros. En un primer lugar el toro de “El Polvorín” de la ganadería de Bañuelos, de nombre “Faisán”, de capa negra, con guarismo 4, de 585 kg de peso y marcado a fuego con el número 27 en los costillares.  Y por parte del Ayuntamiento de Viana, un toro de la ganadería de Hermanos Martín Alonso, vacada que pasta en la localidad de Villaverde de Medina, de nombre “Culebro”,  de capa castaña, nacido en 2014, con un peso de 565 kg  y con el número 77.

La salida de “Faisán” reunió, alrededor del cajón a numerosos valientes dispuestos a enfrentarse a  la fuerza del animal en los primeros compases de la lidia. Salida rápida  y sin incidentes que enseguida puso de manifiesto el trapío y las excepcionales hechuras del animal. Astracanado en su totalidad, barbeó prácticamente la totalidad del vallado cedido para este evento por el consistorio. Atento a todos los cites, enseguida se apoderó del recorrido. Incluso el novillero de Villalpando, Diego Luna demostró su valor con la muleta, administrando cuatro series largas y templadas. Ahí es donde se vio, la dimensión del animal y sobre todo la selección que busca el ganadero. Humillación y fondo para el último tercio, acometiendo con nobleza y codicia los vuelos de la pañosa. Lástima a lo mejor el exceso de peso que acusó al final de su lidia.  “Culebro”, el toro de Martín Alonso, fue de embestida noble y bulliciosa e hizo las delicias del público. Un animal, que se tapaba por la cara, con una aparatosa testa, pero de escaso trapío en líneas generales. En definitiva, un excelente porvenir, para estas fiestas de invierno en Viana y todos congregado en torno a nuestra cultura y nuestras tradiciones. En este caso el toro bravo.

CONTENTOS Y CANSADOS

Con cara de cansancio por el trabajo de todo el sábado –desde los preparativos del encierro desde primera hora de la mañana al limpiado de la carpa tras la verbena a altas horas de la madrugada- el presidente del ‘El Polvorín’, Nacho Melo, recordaba los tres meses de trabajo–dos antes y uno después-  que supone organizar la charla y el festejo y cuyo reflejo “son poco más de cuatro horas”.

Al margen de ello, contento por el resultado de la conferencia del ganadero burgalés Antonio Bañuelos, proyección de video incluida, “muy técnica y a la vez muy entendible para todos los presentes” que llevaron en la tarde del viernes el salón de plenos del Ayuntamiento de Viana. Respecto a la suelta del VII Toro de San Blas, y a pesar de los inconvenientes que tuvieron para cargar al toro ‘Faisán’ en la finca La Cabañuela y para su posterior traslado debido al temporal de nieve que a punto estuvieron de provocar que el festejo no se pudiera celebrar, Melo destaca la buena climatología imperante durante la tarde y el buen comportamiento de las dos reses.  No exento de crítica, el presidente matiza que al toro de la asociación, quizás el más bonito y de mejores hechuras de los que han participado en este festejo en los siete años, “le faltaba un poco de empuje y había que darle distancia y tiempo” para que acometiera y que el festejo se quedó “un poco corto”.

Matices aparte, Melo quiere dejar constancia de la buena sintonía que existe con el Ayuntamiento para sacar adelante los festejos taurinos de febrero, algo que ha dado un gran empuje a las fiestas invernales, tanto si se organiza uno solo, como  ocurrió los primeros años y este último, o dos, como en 2017 y 2016.

La asociación no para y tras el oportuno periodo de renovaciones de los socios y la preceptiva asamblea general de marzo, en la que nuevamente la actual directiva pondrá sus cargos a disposición a la espera de algún recambio o nueva incorporación, volverá a la carga con nuevas propuestas de las que en su momento se informará.

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Jesús Benítez Béjar

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