El C.D. Boecillo pidió el sábado la construcción de un nuevo campo de hierba artificial
Desde el club se tacha de agravio comparativo que la Diputación Provincial haya destinado 140.000 euros al Real Valladolid y niegue fondos para la construcción de este fondo. El presidente supedita a la construcción o no del campo la desaparición de alguno de los equipos de las categorías inferiores.
Juan J. Villalba Pinilla
La desaparición de algunos de los equipos que tiene actualmente el C.D. Boecillo en su estructura podría ser la consecuencia directa e inmediata de la no construcción de un campo de fútbol de hierba artificial en las instalaciones municipales de la localidad. Así de tajante se mostraba el presidente de la entidad, Jesús Gómez Villafruela, minutos antes de que se celebrara la concentración en demanda de ese nuevo campo el sábado por la tarde.
El acto, al que acudieron numerosos niños y jóvenes pertenecientes a alguno de los equipos del club, vecinos del pueblo y representantes de todas las fuerzas políticas que tienen representación en el Ayuntamiento, arrancó con las palabras del propio Gómez. El presidente señaló que la concentración era el último recurso que ha quedado al club ya que las firmas recogidas entre vecinos y simpatizantes aproximadamente hace un año y que fueron entregadas tanto al Ayuntamiento de Boecillo como a la Diputación Provincial de Valladolid no han surtido ningún efecto. En el caso de la institución provincial, para Gómez es un “agravio comparativo” el que en febrero les respondieran a su petición que no había dinero para esas inversiones y hace pocas fechas saltara la noticia de que al Real Valladolid le hayan dado 150.000 euros. “No estamos diciendo que nos parezca mal que se lo den al Real Valladolid, sino que a nosotros nos hayan contestado en sentido negativo. Nos sentimos marginados”. El presidente de la entidad deportiva quiso agradecer también la presencia de los representantes políticos entre los que estaba el alcalde, Pedro Luis Díez. “No quiero que nadie entienda este acto como algo político en contra de nadie ni que ningún partido se apunte tantos a favor por el hecho de estar aquí. Este no es un acto político -afirmaba con rotundidad Gómez- sino un acto en el que se pide algo que creemos que va en beneficio de los 200 niños que juegan al fútbol y de una entidad que representa al pueblo”.
Como punto y final se procedió a leer un manifiesto en demanda de la nueva instalación en el que se resaltaban, entre otros puntos, “el mal estado” de las actuales instalaciones a consecuencia de su “bajo mantenimiento” y de las inclemencias meteorológicas. Acto seguido se hacía un breve histórico de la recogida de firmas, de los contactos con el Ayuntamiento de Boecillo y con la Diputación de Valladolid a los efectos de la construcción de un campo de hierba artificial y a las respuestas negativas en ambos casos. También se aludía al agravio comparativo, que desde el punto de vista de los gestores del club boecillano, implica la subvención de los 140.000 euros al Real Valladolid por parte de la institución provincial. Finalmente se añadía que “con actuaciones de este tipo se está perjudicando a los jóvenes de nuestros pueblos a los que se les niega unas instalaciones dignas para la práctica deportiva. Actividad que les aparta del tedio, del vandalismo y de la droga”.
Son unos 200 niños, distribuidos en 11 equipos, los que semanalmente juegan alguno de sus partidos en el campo de hierba natural que hay en las instalaciones deportivas municipales. Desde el club se entiende como “altamente positivo” la existencia de ese campo de fútbol de hierba natural pero la suma del desgaste que sufre diariamente como consecuencia de la competición y las condiciones climatologías de Boecillo, han hecho que de unos años para acá presente “un estado lamentable e impracticable en muchas ocasiones, y eso que se procura cuidar entrenando en otro campo denominado por los jugadores ‘El Patatal’ añaden fuentes internas”.