COMIENZAN LAS OBRAS DE LA INFRAESTRUCTURA RURAL DE LA CONCENTRACIÓN PARCELARIA DE POLLOS II
Pueblosycomarcas.com; @PueblosComarcas
La Consejería de Agricultura y Ganadería publicó ayer en el Boletín Oficial de Castilla y León (Bocyl) la resolución que permite el comienzo de las obras contenidas en el proyecto de infraestructura rural de la zona de concentración parcelaria de Pollos II, en la provincia de Valladolid (zona de secano). Estas actuaciones, que van a ser realizadas por la empresa Zarzuela, pretenden facilitar la diversificación de la economía rural y mejorar la calidad de vida en estas zonas rurales.
Las obras, que tendrá una duración de 18 meses, contarán con una dotación presupuestaria de 1.374.090 euros y consistirán en la creación de una red de caminos de 69,78 kilómetros que permitirán el acceso a las parcelas concentradas y servirán de vías de comunicación entre núcleos rurales limítrofes o cercanos, así como la construcción de 13,15 kilómetros de desagües. Se plantarán, además, 10.110 unidades de frondosas y coníferas en 25,37 hectáreas como contribución al Medio Ambiente.
Estos trabajos forman parte del compromiso que el presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, asumió para la presente legislatura de realizar inversiones en zonas de concentración parcelaria que comprenden más de 160.000 hectáreas en la Comunidad.
BENEFICIOS DE LAS CONCENTRACIONES PARCELARIAS
La concentración parcelaria llevada a cabo en Pollos y que concluye con la ejecución de las obras de infraestructura rural, hace más competitivas las parcelas de 383 agricultores de la zona. Así, las 4.303 hectáreas concentradas que se dividían en 1.554 parcelas de 2,77 hectáreas cada una, han pasado a convertirse en 773 fincas de más de 5,5 hectáreas cada una.
Entre los principales beneficios que conllevan las concentraciones parcelarias y las infraestructuras rurales que las completan se encuentran los de productividad y competitividad con la corrección de desequilibrios, la mejora de la rentabilidad de las explotaciones al hacerlas más eficientes, el aumento de la posibilidad de diversificar producciones, el aumento de la eficiencia y la vida útil de la maquinaria, la mejora de la comunicación en el medio rural y la multiplicación de las funciones y los usos potenciales del suelo rústico.
Proporciona, además, beneficios socioeconómicos como la mejora del nivel de vida de los agricultores, la atracción de jóvenes y mujeres a la producción agraria y potencia el desarrollo de la industria agroalimentaria. Las concentraciones parcelarias son una de las actuaciones más eficaces en el medio rural para potenciar la actividad y el empleo y constituyen una herramienta contrastada de lucha contra el despoblamiento y los desequilibrios territoriales. Como ejemplo, el número de incorporaciones de jóvenes en zonas concentradas es un 40 % superior a zonas no concentradas, y la inversión privada de los agricultores para modernizar sus explotaciones es un 36 % mayor.
La mejora del ahorro energético, la reducción de la contaminación y del consumo de combustibles y la mejora de la calidad medioambiental son algunos de los objetivos de sostenibilidad ambiental que conlleva una concentración parcelaria. Se tiene en cuenta, de forma especial, la protección del medio natural, el respeto absoluto a los valores ecológicos, paisajísticos y ambientales de las zonas de actuación. Ayuda, además, a disminuir las emisiones de efecto invernadero (disminución de distancias un 40 %, ahorro de combustible un 25 % y reducción de CO2 un 25 %).
MAPA DE INFRAESTRUCTURAS AGRARIAS
La Junta de Castilla y León pone a disposición del sector agrario y agroalimentario, estratégico en la Comunidad, las herramientas necesarias para hacerlo más competitivo en un mercado cada vez más globalizado. Para ello, la Consejería de Agricultura y Ganadería ha diseñado el Mapa de Infraestructuras Agrarias con tres objetivos claros: crear riqueza en el sistema agrario y agroalimentario, mejorar el desarrollo socioeconómico y el medioambiental de las zonas rurales.
El regadío y las concentraciones parcelarias han sido y siguen siendo uno de los pilares estratégicos del desarrollo rural y del equilibrio territorial. Este nuevo modelo de trabajo cuenta con una inversión superior a los 610 millones de euros en la Comunidad.