AYER COMENZARON LAS JORNADAS DE LA CAZA EN ALDEAMAYOR DE SAN MARTÍN

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Con una visita formativa a la comarca leonesa del Boñar, como preámbulo, dieron comienzo el pasado domingo las XIV Jornadas de la Caza que en Aldeamayor de San Martín. Esta actividad, organizada desde el Club Deportivo de Cazadores de la localidad y el Área de Medio Ambiente del Ayuntamiento, está dirigida tanto a los aficionados a la caza y también a todas aquellas personas que deseen participar de actividades relacionadas con la naturaleza. De ahí que desde ambas entidades organizadoras se califique a las jornadas como “responsables y sostenibles” ya que, además de incrementar cuantitativa y cualitativamente los conocimientos de la caza entre los propios aficionados, pretenden extender la participación al resto de la población, promoviendo, tanto entre seguidores como neófitos, valores positivos hacia la conservación de los ecosistemas y de la fauna autóctona, conocimientos sobre su gestión y aprovechamiento, y la interiorización y aplicación de buenos hábitos relacionados con el medio ambiente.

En la tarde de ayer jueves, en el Salón de Plenos del Ayuntamiento, tuvo lugar la inauguración oficial de este ciclo. Tomaron la palabra Alberto Prieto y Juan José Cano, en representación del club, para explicar el contenido de las jornadas, animar a la participación a vecinos y visitantes y presentar la primera de las conferencias.

Bajo el título de “Gestión y protección de la naturaleza en relación con la práctica de la caza",  José Luis Alonso Díaz, en representación de “Guardias Rurales, Servicios Gestión y Protección de la Naturaleza (PROYSECAM)”, mantuvo un entretenido y participativo diálogo con los presentes –en su mayoría cazadores de Aldeamayor o localidades aledañas- en el que explicó en qué consiste la función de guardería y resolvió las posibles dudas que pudieran surgir, máxime cuando en Aldeamayor llevan únicamente dos meses prestando este servicio.

El cometido fundamental de los guardas rurales, según indicó Alonso, es el de “control y concienciación acerca de las prácticas que hay que seguir en los cotos”. Esta labor adquiere más relevancia en la actualidad, dada la escasez de caza, y en la mayoría de las ocasiones se ejerce sobre “elementos externos” a los cazadores pues este guarda rural recalcó en todo momento que quienes más cuidan la caza son precisamente éstos.

A partir de esta premisa, y a lo largo de los cerca de 90 minutos que duró el encuentro, Alonso enumeró algunas de las incidencias más habituales con las que se encuentra en su trabajo, como el control de la caza fuera de temporada o el de la caza en días donde hay niebla por ejemplo; habló de las herramientas que se usan para hacer cumplir la legalidad –extraídas de la Ley de Caza- y de cómo ejercen ese control; y dio un breve repaso a los tipos de sanciones que se pueden imponer en función de la magnitud de las infracciones y que suelen conllevar una multa económica y la retirada de la licencia. Aquí fue donde se relató como ejemplo real el caso vivido en días pasados en la localidad donde los guardias han tenido que actuar ante un caso de furtivismo.

Hubo aspectos, como el de aquellos vecinos que sueltan a sus perros en campo abierto ocasionando que éstos cacen piezas o destruyan nidos en tiempos de cría, sobre los que los cazadores pidieron al guardia que se actué con un celo exquisito a fin de erradicar unas prácticas que agudizan la escasez de caza.

Enlazando con lo anterior, levantó un intenso debate cuáles son las causas de la alarmante escasez de caza en algunas especies como el caso de la perdiz. Adversas condiciones del terreno y falta de lluvias fueron dos posibles causas que justifican esa escasez pero donde hubo un amplio consenso fue en el papel nocivo que están ejerciendo otras especies como las cigüeñas que, ante esta sequía, han pasado de alimentarse en humedales a hacerlo de las propias especies cinegéticas. Alguno de los presentes se atrevió a asegurar que estas aves están acabando entre el 70 y el 80% de la caza y pidió que las autoridades competentes realicen un control que haga posible la convivencia de cigüeñas y especies.

No se libraron las autoridades competentes –federaciones, administraciones públicas- de las críticas de los cazadores pues desde este colectivo se tiene la idea de que es mucho lo que se les exige para que puedan desarrollar esta afición pero muy pocos los derechos que les amparan.

Finalizada la conferencia, y tras un breve turno de preguntas, los asistentes –ponentes y público- participaron en la Sala Polivalente anexa al Ayuntamiento en un animado vino español –en el colaboró el Mesón Bar Fernando del municipio- como cierre de esta primera ponencia.

Hoy, desde las ocho y media de la tarde también en el Salón de Plenos del Ayuntamiento, tendrá lugar la segunda de las jornadas en la que el protagonismo será para el arte de la cetrería. El programa incluye un documental sobre la materia así como y una charla impartida por la Asociación de Cetrería Sieteiglesias de Matapozuelos.