ALDEAMAYOR PUSO AYER EL PUNTO Y FINAL A SUS FIESTAS PATRONALES
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Como ocurre año tras año, nueve días después de su traslado del día 15 de agosto desde la ermita anexa al viejo cementerio de la localidad hasta la iglesia parroquial de San Martín de Tours la imagen de San Roque, patrón de Aldeamayor, recorría el camino inverso, por una ruta alternativa, y ya descansa en la que es su residencia habitual. No faltaron en el recorrido, en el que el santo volvió a estar acompañado de centenares de vecinos y visitantes, las jotas entonadas por los dulzaineros de ‘Tierra de Pinares’, así como lo los bailes y vivas en su honor.
Este traslado coincide con la festividad católica de San Bartolomé, no porque a este apóstol y mártir se le tenga una especial devoción en la localidad -ni siquiera hay imagen suya en la iglesia parroquial- sino porque antiguamente, aunque no está claro entre que años se realizó esa tradición, a San Roque se le rezaba una novena –nueve días- una vez que ya estaba instalado en la iglesia y al noveno día se le devolvía a su morada. Actualmente no se conserva ese hábito, puesto que la novena al patrón se celebra en los días previos a las fiestas, pero sí que se ha mantenido la costumbre de trasladarlo a la iglesia el 15 y devolverlo a su ermita el 24 de agosto.
Con este emotivo acto, con una sesión de pirotecnia y con una discomovida se bajaba el telón a una fiestas patronales que arrancaban el día 11 de agosto, con un torneo de juegos autóctonos y con el certamen de dulzaina y en el que la participación de las asociaciones y colectivos municipales –mayores, niños, cazadores, peñas, etc.- han sido fundamentales para el desarrollo del programa.
La de la participación y colaboración de los vecinos ha sido, precisamente, uno de los aspectos más importantes que ha destacado el alcalde de la localidad, Fernando de la Cal, tanto en los días previos al inicio estas celebraciones, en charlas o entrevistas, como durante su desarrollo, como quedó de manifiesto en el pregón.
Como cada año que el calendario lo permite, en el programa de festejos se han diferenciado perfectamente los días de actos litúrgicos, en honor del patrón, de los días en los que lo religioso se echa a un lado y cede el protagonismo a lo lúdico, con los festejos taurinos como capitalizadores de la atención de vecinos y visitantes. Los primeros días, como suele pasar, han sido más íntimos y con la participación casi en exclusividad de los vecinos o de los hijos de la villa. Durante los segundos, la localidad ha sido destino de vecinos de otros lugares si bien la coincidencia de fechas con otras localidades cercanas como Tudela de Duero o Viana de Cega ha evitado que se haya vivido la masificación de otros años.