ALDEAMAYOR CUMPLE CON SUS TRADICIONES DEL PRIMERO DE MAYO Y ALGUNOS LAS BOICOTÉAN
Imagen del Mayo tras ser talado por algún atontado.
Juan J. Villalba Pinilla
Comenzó mayo y con el mes de las flores llegaron a Aldeamayor dos tradiciones que llevan celebrándose en la villa desde más allá de lo que alcanza la memoria de los que moran estos lares: la puesta del Mayo y la festividad de la Asociación ‘Unión Católica San José’.
En la medianoche del 30 de abril al 1 de mayo los que este año cumplen 17 años, los nacidos en 1999, procedieron a poner el Mayo en la parcela aledaña al ‘Puente Canto’ donde se instala la Plaza de Toros. Aunque son muchos los pueblos donde aún se conserva esta tradición, cada uno tiene sus peculiaridades y en Aldeamayor la costumbre dicta que lo que los mozos y mozas colocan es un tronco de chopo debidamente privado de su ramaje y de la corteza.
Ayudados de un remolque y de algún padre presente, los chavales cumplieron con este rito tras una tarde de diversión y camaradería. Hasta ahí todo normal. A lo largo de los años, el Mayo se ha colocado en diversas plazas de la localidad como la de ‘La Cruz’, la de ‘El Soltadero’ y finalmente en la parcela citada anteriormente. La tradición marcaba que, previa colocación, estaba permitido que el Mayo fuera escondido por otras cuadrillas de chavales para alargar lo máximo posible la noche. Hubo años en los que este palo que representa, según algunos, un rito de fecundación de la Tierra se consiguió colocar cuando el amanecer rasgaba la noche permaneciendo los treinta y un días de mayo colocado en esa plaza hasta que se derribaba llegado junio. Nunca la tradición dijo que una vez puesto hubiera que tirarlo o talarlo como viene sucediendo en los últimos años y como volvió a ocurrir en este 2016. Eso es, sencillamente, la última idiotez de moda que ha llegado hasta nuestras fronteras. Con estos comportamientos nada se logra sino contribuir a que una tradición seguramente más que centenaria se acaba por el hastío que provoca que el esfuerzo de unos chavales por mantener un rito sea empañado por unos cuantos merluzos de pinar.
Y si tradicional es la puesta del Mayo en Aldeamayor, no lo es menos que sobre las ocho de la mañana del 1 de mayo, Día Internacional de los Trabajadores y festividad católica de San José Obrero, se empiece a escuchar en el municipio el sonido de los cohetes que anunciaban la fiesta de la ‘Unión Católica San José’, colectivo de la villa fundado en 1989 a raíz de la fusión del Círculo Católico de Obreros (1907) y La Unión Protectora de Socorros Mutuos (1909), también llamada ‘El Centro’. Ayer se volvió a cumplir y el estruendo de los cohetes despertó a más de uno.
Posteriormente, desde las doce del mediodía, se celebró la misa en honor de San José oficiada por el cura párroco José María Gil García y que contó con la asistencia masiva de los socios Finalizada la misa se abrieron las puertas del templo aldeamayorense y asomó la talla del padre putativo de Cristo portada en andas sobre los hombros de cuatro de esos socios. Como es habitual, el sonar de las dulzainas y el redoble del tambor de la Escuela de Música Tierra de Pinares pusieron la nota musical como es tradición. Las vallas que encuentran instaladas en el atrio de la iglesia impidieron como ya sucediera el pasado años se tuviera que modificar el habitual recorrido en derredor de la iglesia con lo que la comitiva pasó por la Plaza de la Iglesia, por las calles Jorge Guillén y Vicente San Juan Olmedo hasta la Plaza Mayor para volver, previa parada frente a la sede, de nuevo al interior del santuario aldeamayorense.
Finalizada la procesión socios y autoridades compartieron un vino español en la sede de la asociación tras los discursos pertinente y la entrega de menciones a los socios más antiguos. La tarde la dedicaron los señores socios a echar las tradicionales partidas de cartas o dominó.
Momento de la procesión de San José.