Las llamas consumieron a la sardina como punto y final del Carnaval en Aldeamayor de San Martín
- La del Entierro de la Sardina es una actividad que tras décadas de ausencia el Ayuntamiento rescató en 2020
Pueblosycomarcas.com; @PueblosComarcas
Con el entierro de la sardina despidió ayer martes Aldeamayor de San Martín las actividades del Carnaval 2024 que organizadas por el Ayuntamiento en colaboración con las asociaciones locales se llevaban desarrollando desde el pasado sábado.
La del Entierro de la Sardina es una actividad que tras décadas de ausencia (sí que se llegó a celebrar en los años 80) el Ayuntamiento rescató en 2020 para, tras el paréntesis obligados de los años del Covid, repetirse el año pasado y éste. Con ella se puso fin a cuatro días de actividades para todos los públicos y de diversas temáticas que tuvieron su punto álgido durante el sábado con el desfile de disfraces.
Fue a las cinco y media de la tarde, bajo un cielo básicamente despejado pero no exento de alguna que otra nube y con el Espacio Joven como punto de partida, cuando arrancó el cortejo fúnebre que conduciría al pescado hasta la Plaza Mayor, lugar señalado para su cremación.
Anclada a una plataforma portada a hombros, la sardina, elaborada durante las fechas previas a través de un taller para todos los públicos, fue recorriendo a paso marcial la Avenida de Valladolid y la calle Larga hasta el llegar foro aldeamayorense. Como se acostumbra en este acto, la banda sonora la puso el sonido de las dulzainas de ‘Tierra de Pinares’ mezclado con el desgarrador lamento de un grupo de plañideras vestidas de riguroso luto.
Arropando a esta comitiva iban decenas de vecinos vestidos de calle, con predominio del negro en señal de respeto, o disfrazados como forma de homenajear al pez que simboliza el fin de la batalla entre Don Carnal y Doña Cuaresma y que finalmente, como relatara el Arcipreste de Hita en su Libro del Buen Amor, se decantó del lado de la segunda.
Ya en la Plaza Mayor, el catafalco fue colocado sobre una pira de leña acordonada por los efectivos de la cada vez más nutrida Agrupación Local de Protección Civil que, además de velar por la buena marcha de la procesión, se encargaron de prender la llama.
Mientras la sardina se iba consumiendo pasto de las llamas, representantes del consistorio repartieron unas pastas con forma de pez a los presentes.