La Diputación de Valladolid presenta la exposición de Guillermo Simón, ‘Mirada Azul’ en la Sala Pimentel
La muestra podrá visitarse del 15 de mayo al 17 de junio en el horario habitual de la sala salvo los días 16, 17 y 18 de mayo que habrá horario especial al incluirse dentro de la programación Noche-Día de los Museos con la conexión artística ‘El agua en la sed’ de danza contemporánea el día 17 y 18.
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El diputado provincial Alberto Collantes presentó el pasado viernes, 15 de mayo, en la Sala Pimentel, ubicada en la sede de la Diputación Provincial, la exposición ‘Mirada Azul’ del artista Guillermo Simón. Dicha exposición podrá visitarse hasta el 17 de junio en el horario habitual de la sala salvo los días 16, 17 y 18 de mayo que habrá horario especial al incluirse dentro de la programación Noche-Día de los Museos. Y que se completa con la conexión artística ‘El agua en la sed’, danza contemporánea, que tendrá lugar los días 16 y 17 de mayo en el patio del Palacio de Pimentel.
Guillermo Simón
Guillermo Simón, (Villaviciosa, 1968), se licenció en 1991 en la Facultad de Bellas artes de Bilbao, ampliando después estudios en la École Nationale Superieure des Beaux Arts de París. Tiene en su haber más de veintitrés exposiciones individuales y más de cien colectivas, tanto a nivel nacional como internacional, además de numerosos premios nacionales de pintura. Participa en numerosas colecciones públicas y privadas así como en museos.
Una obra, la de Guillermo Simón, dedicada al mar. Algunos le consideran el pintor del agua, de lo acuático, de lo que fluye…
A lo largo de su trayectoria siempre ha estado presente el agua como fuente de inspiración y en la propia apariencia formal de las obras al utilizar los medios pictóricos tales como transparencias, veladuras y todo aquello que alude a lo acuoso.
Los títulos de algunas de sus exposiciones también aluden a ese mundo: Fragmentos kinemacuáticos, (Museo Evaristo Valle, 1997); Mar de fondo, (Galería Fruela, Madrid, 2005); Océanos de nocturnidad, (Galería Amaga, 2007); Los mares y los sueños y Los caminos del agua, (Galería Gema Llamazares,
Conviene empezar señalar, que para el autor, la protagonista es la propia pintura, sus posibilidades y veleidades plásticas, tal como ha sido siempre en su obra. Pero, dicho esto, son la ola, el movimiento, el mar… los que sirven como punto de partida para establecer relaciones entre la práctica pictórica y los conceptos que se trabajan.
‘’El mar es eterno, las olas sin embargo son temporales. Pero la esencia es el mar y no las olas puntuales. Cada vida permite desarrollar más y más olas. Si nos colocamos frente al mar, cosa que hago habitualmente, observaremos como cada ola comienza, como alcanza su plenitud y como, cuando llega a la orilla, estalla, se vuelve espuma y se confunde de nuevo con la mar. Mientras tanto, otra ola ya ha comenzado el mismo camino. Y así una y otra vez. Como la vida misma. La vida, al igual que las olas, va y viene. Se crean ritmos, se dejan cosas atrás, se producen huellas únicas, individuales, que unen tiempo y espacio, separan personas y lugares.
Cuando uno pinta crea una huella irrepetible, imborrable, fruto de unos instantes, fruto de una experiencia, fruto de llevar a cabo un proceso de interiorización que luego adquiere forma plástica’.
Hay en las telas de Guillermo Simón un mundo de ideas y de sentimientos que se ofrecen en olas y espuma de luz. Destellos errantes que se elevan sobre el aire para atraparlo y lanzarle redes de ensueño
Un total de 30 obras componen esta exposición "La mirada azul" entre grandes formatos y medios que incluyen oleos sobre papel y sobre tabla.
Algunos de sus títulos como Eclosión marina,océano azul, epicentro..nos hablan de ese universo inspirado en el mar . Esa mirada azul que domina en este conjunto de obras.
Como se indica en el texto del catàlogo: El azul es la barca donde navega la mano de un pintor que tiene el espíritu impregnado de salitre y el azul en la memoria del horizonte de su mirada. Una barca sola con la que navega en la opaca luz de los amaneceres y entre los flecos de las noches que arriban heridas y fatigadas. La misma barca con la que nos lleva mar adentro para amortiguar el perenne estertor del tiempo. Ahí donde brinca el agua y se hace realidad tangible todo su universo de blancos cincelados por el azul más intenso que se pueda soñar. Todo un azul exuberante que concentra todos los azules que puedan existir o ser inventados. El mismo color que anida en sus ojos que posa sus sentimientos sobre una tela, como se posa una mariposa sobre la frágil flor de la belleza.