San José procesionó ayer bajo la lluvia por las calles de Aldeamayor
Como cada 1 de mayo, los socios de la Asociación ‘Unión Católica San José’ celebraron su fiesta anual con un programa que incluía, entre otras actividades, la tradicionales Misa Mayor y procesión de la imagen de su patrón y el posterior ágape de hermandad de los socios en su sede.
Juan J. Villalba Pinilla
Pasaban pocos minutos de las ocho de la mañana de ayer viernes 1 de mayo, Día Internacional de los Trabajadores y festividad católica de San José Obrero, cuando se empezó a escuchar en el casco antiguo de Aldeamayor el sonido de los cohetes que anunciaban día de fiesta en la localidad: en este caso, la fiesta de la ‘Unión Católica San José’, colectivo de la villa fundado en 1989 a raíz de la fusión del Círculo Católico de Obreros (1907) y La Unión Protectora de Socorros Mutuos (1909), también llamada ‘El Centro’.
Poco a poco algunos socios se iban acercando hasta su sede para compartir el primer café de la mañana. Como marca la costumbre, sobre una mesa en la entrada lateral del edificio, la que da a la Pista ‘El Bochinche’, había colocada una caja de pastas y unas botellas de orujo para que todo aquel que pasara por los alrededores y quisiera parar a tomar un chupito con alguno de los socios que por allí se encontraban pudiera hacerlo.
A las doce del mediodía se celebró misa en honor de San José, aquel casto varón que sacó adelante a María y Jesús con su trabajo de carpintero, oficiada por el cura párroco Miguel Ángel Vicente y con la asistencia como veterano monaguillo de César San Miguel ‘Pachón’. Buena entrada presentaba el recinto con afluencia masiva de socios. Finalizada la misa, y a pesar de que el cielo comenzó a descargar una fina lluvia que podía haber hecho peligrar la procesión, se abrieron las puertas del templo aldeamayorense que poco a poco se iba desalojando de fieles y asomó la talla del padre putativo de Cristo portada en parihuelas sobre los hombros de Alberto Prieto, Francisco Morín, Ramiro Palencia y Santiago Olmedo. Como es habitual, el sonar de las dulzainas y el redoble del tambor de la Escuela de Música Tierra de Pinares pusieron la nota musical como es tradición. Las vallas que encuentran instaladas en el atrio de la iglesia impidieron que se realizara el habitual recorrido en rededor de la iglesia con lo que la comitiva se dirigió directamente a la Plaza Mayor para volver, previa parada frente a la sede, de nuevo al interior del santuario.
Finalizada ésta, los socios, acompañados el alcalde de la localidad, Bernardo Sanz Manso, y por el señor juez de Paz, Gerardo Cristóbal Morín, compartieron un vino español en la sede de la asociación tras los discursos pertinente y la entrega de menciones a los socios más antiguos. La tarde la dedicaron los señores socios a echar las tradicionales partidas de cartas o dominó.