Castilla y León cierra el ejercicio como la sexta autonomía más saneada de España
Castilla y León finalizó el año pasado con una deuda viva de 9.359 millones de euros y cumplió con el objetivo establecido para 2014. El endeudamiento de la Comunidad respecto al Producto Interior Bruto (PIB) se situó en el 17,3 %, porcentaje que la consolida como la sexta autonomía más saneada de España.
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Castilla y León terminó el ejercicio pasado como la sexta autonomía menos endeudada de España, por detrás de Madrid, País Vasco, Canarias, Asturias y La Rioja según fuentes de la administración regional. Desde la JUnta de Castilla y León, y a través de un comunicado de prensa, se señala que esta favorable posición relativa "es fruto de la utilización prudente y responsable de esta fuente de financiación, lo que ha permitido que la Comunidad concluya 2014 con el 17,3 % de deuda en relación al Producto Interior Bruto, muy por debajo del promedio del 22,4 %".
La valoración que desde el Gobierno Autonómico se hace continúa señalando que la buena salud de las finanzas en comparación con el resto también se refleja en que al finalizar el cuarto trimestre el peso de los 9.359 millones de deuda de Castilla y León sobre el volumen total se había reducido. Mientras que a 30 de septiembre suponía el 4,1 % del importe global que debían las autonomías, a 31 de diciembre había bajado hasta el 3,9 % de los 236.747 millones de euros de endeudamiento total de las comunidades. Esto se debe a que durante el último año la deuda autonómica creció en términos interanuales por encima de lo que lo hizo la de Castilla y León, el 12,9 % frente al 9,7 %, respectivamente.
Las estadísticas publicadas por el Banco de España permiten afirmar, por otra parte, que la Junta ha cumplido el objetivo de deuda aprobado para 2014, fijado en el 16,4 %. A estos efectos hay que tener en cuenta que aunque el nuevo Sistema Europeo de Cuentas (SEC 2010) incorporó a ADE Parques Tecnológicos y Empresariales al cálculo del endeudamiento de la Comunidad, al derivarse de una modificación del sector Administraciones Públicas se considera una excepción, por lo que ha de minorarse el volumen total de endeudamiento en la cuantía correspondiente. Por otro lado, también han de descontarse los préstamos formalizados en 2014 entre la Junta y el Banco Europeo de Inversiones (BEI) con el fin de apoyar financieramente al sector productivo regional, preferentemente pymes, ya que no computan por la propia tipología de estas operaciones y porque no tienen incidencia en el déficit.
Los créditos a empresas ascienden a 500 millones de euros
Conviene recordar que los 9.359 millones de euros de deuda correspondientes al cuarto trimestre de 2014 ya no incluyen ningún saldo vivo con cargo al Fondo para el Pago a Proveedores al que la Junta se acogió excepcionalmente en su primera fase (1.051,4 millones de euros), y del que no ha vuelto a hacer uso. Este hecho es consecuencia de la refinanciación de la totalidad del crédito mediante préstamos bilaterales con entidades financieras nacionales.
Como es lógico, el Banco de España tampoco atribuye a la Comunidad ninguna cuantía relacionada con el Fondo de Liquidez Autonómica (FLA), puesto que fue una de las ocho que no precisaron recurrir a él dada su capacidad para obtener liquidez de los proveedores tradicionales. En contraste con esto, sí considera endeudamiento las operaciones de ‘factoring’ sin recurso, es decir, la cesión a instituciones financieras de algunos créditos comerciales frente a las administraciones públicas, así como ciertos préstamos para proyectos específicos. De ahí que de la deuda autonómica a diciembre 303,4 millones de euros estén asignados a la Comunidad por proyectos de colaboración público-privada, y otros 218,5 millones sean créditos comerciales cedidos.
A la vista de estas cifras se puede afirmar que, en rigor, la deuda financiera de Castilla y León ascendía a 8.837,1 millones de euros al cierre de 2014. De esa partida 500 millones eran créditos para financiar préstamos a empresas, por los que la Junta ingresa tanto la amortización del capital como los intereses correspondientes.
El 72 % de las operaciones son créditos frente al 28 % de emisiones
A tenor de lo estipulado por la metodología SEC 2010, la mayor parte del endeudamiento de la Comunidad corresponde a la Administración General, que es titular del 91 % del total, mientras que las universidades y los entes públicos de derecho privado tienen suscrito el 8% y las empresas públicas el 1 % restante.
Al hilo de esto, es preciso indicar que el Banco de España ofrece información específica sobre aquellas empresas públicas que no computan porque realizan actividades de mercado. En concreto, la deuda de estas últimas era de 151 millones de euros al finalizar el cuarto trimestre, cifra que equivale al 2,7 % del total nacional. En términos relativos se mantenía en el 0,3 % del PIB, dos décimas menos que la media del 0,5 %.
Si se suma la deuda de la Administración autonómica que tiene en cuenta el Sistema Europeo de Cuentas (9.359 millones de euros) y la que no (151 millones) se obtiene un endeudamiento global del sector público de Castilla y León de 9.510 millones a 31 de diciembre de 2014. Es decir, que la Comunidad únicamente aportó el 3,9 % de los 242.269 millones contabilizados en toda España. Respecto al Producto Interior Bruto nuestra posición también es favorable, con una ratio del 17,6 % frente al promedio del 22,9 %.
La deuda de Castilla y León está concertada en moneda euro en su totalidad, por lo que no existen riesgos asociados a las fluctuaciones del tipo de cambio. Además, su estructura se ha ido adaptando a las exigencias del mercado. Al finalizar el pasado ejercicio el 72 % de las operaciones de crédito se articulaba a través de préstamos, frente al 28 % de emisiones de deuda. La práctica totalidad es financiación a largo plazo –para minimizar en lo posible los riesgos de la refinanciación–, con cierto sesgo hacia los tipos de interés fijos y una presencia mayoritaria de prestamistas nacionales.