El CEIP Pío del Río Hortega de Portillo finalizó su Semana Cultural dedicada a la Edad Media
Cual si de una campaña militar se tratara, los 200 niños matriculados en el colegio de Portillo marcharon en el mediodía de ayer junto a sus profesores desde el centro escolar hasta la Plaza Pimentel de Portillo donde clausuraron 15 días de actividades declamando romances y danzando tonadas medievales.
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Un desfile desde el colegio Pío del Río Hortega y una serie de actividades como recitado de poemas y bailes a los pies del Castillo de Portillo fueron los actos que ayer pusieron el punto y final a la Semana Cultural del centro de infantil y primaria de la villa y en los que participaron los aproximadamente dos centenares de niños de Portillo, Santiago del Arroyo, Aldea de San Miguel e incluso Aldeamayor de San Martín que acuden a clase a este CEIP. Doncellas, caballeros, reinas, reyes o magos fueron algunos de los personajes que desfilaron ante los ojos y las cámaras de multitud de padres y familiares que esperaban su llegada a las calles de Portillo.
Todos los años, como motivo central de las actividades complementarias, y no curriculares, que el centro portillano organiza, se busca un tema sobre el que desarrollarlas. Este año, como indicó a Pueblosycomarcas.com Francisco Baticón, uno de los maestros que componen el Claustro Escolar, ha sido la Edad Media la materia sobre la que han pivotado esas actividades y muy especial esta semana cultural. “A lo largo de dos semanas se han organizado visitas guidadas al castillo, a la parte medieval de la localidad y a talleres artesanales de alfarería y confitería donde los niños han aprendido los procesos de elaboración de piezas de barro y dulces de la mano de maestros artesanos. También se han desarrollado actividades dentro del propio centro como talleres artesanales de fabricación de jabón y de queso o actividades on line, desde la propia web, para conocer la Edad Media más en profundidad. Para ambientar todo lo anterior se ha decorado el interior del colegio como si fuera un auténtico castillo. Con el desfile se culminan unas jornadas en las que tanto niños como profesores se han involucrado al cien por cien y cuyo resultado ha sido muy positivo”.
Con jornadas como las vividas en estas dos semanas los niños rompen con la monotonía de las clases ordinarias y adquieren conocimientos diferentes a los meramente curriculares como señala Baticón. “No se trata de aprender únicamente lengua y matemáticas, sino de hacer una enseñanza lo más completa posible y que englobe a todas las características del ser humano”.