LOS VECINOS DE MEGECES CULMINARON AYER SÁBADO LAS CELEBRACIONES DE LAS CANDELAS Y DE SAN BLAS
Foto: José Pinilla.
Juan José Villalba Pinilla; @Juanillo_v_p
Aunque los pasados días 2 y 3 de febrero la Iglesia Parroquial de Santiago Apóstol de megeces fue escenario de sendas misas para conmemorar las festividades católicas de la Virgen de las Candelas y de San Blas, tal y como se ha venido haciendo tradicionalmente en la localidad, la parroquia celebró ayer de manera conjunta ambas festividades como forma de facilitar la participación en estas tradiciones a aquellos a los que sus obligaciones laborales se lo impide durante la semana así como dar mayor relevancia a unas fiestas que décadas atrás fueron las más importantes de la localidad pero que con el paso de los años han perdido peso en favor de las fiestas de verano.
A las doce del mediodía, oficiada por el párroco local, el misionero Oblato Alberto Costa Feito y cantada por la Coral de Megeces, comenzó una misa a la que no faltaron las autoridades con el alcalde, Abel Catalina Manso, a la cabeza.
Finalizada la Eucaristía, las imágenes de la Candelaria y la de San Blas salieron al exterior del edificio y comenzó una procesión con ambas imágenes por la calle Real y Plaza de la Luna donde se realizó una parada para bailar unas jotas entonadas por el grupo folclórico ‘Fau & Cia’.
Tras la parte religiosa, los presentes disfrutaron de un vino español en el Salón Cultural de la Plaza Mayor y ya por la noche, en el mismo recinto, tuvieron lugar dos sesiones de baile con la Orquesta Tentación.
Virgen de la Candelaria o Nuestra Señora de la Candelaria, es una advocación mariana de la religión católica cuya etimología deriva de candelero o candela que se refiere a la luz: la luz santa que guía hacia el buen camino y la redención y aviva la fe en Dios. Su festividad recuerda la presentación de Jesús en el templo de Jerusalén después de su nacimiento y la purificación de María.
Por su parte la de San Blas es la festividad que celebra al médico y obispo de Sebaste (Armenia) Blas de Sebaste, conocido por su don de curación milagrosa que aplicaba tanto a personas como a animales. Cuanta la tradición católica que salvó la vida de un niño que se ahogaba al clavársele en la garganta una espina de pescado. Este sería el origen de la costumbre de bendecir las gargantas el día de su fiesta el 3 de febrero.