LA PARROQUIA DE VIANA DE CEGA DIO LA BIENVENIDA A LAS CARMELITAS SAMARITANAS DEL CORAZÓN DE JESÚS
Juan José Villalba Pinilla; @Juanillo_v_p
La parroquia de Nuestra Señora de la Asunción de Viana de Cega dio la bienvenida, el pasado domingo, a las cerca de treinta monjas de la congregación de las Carmelitas Samaritanas del Corazón de Jesús que en junio se trasladaron a la localidad, para residir en el Colegio de San Albano o de los Ingleses, desde el monasterio del Paseo de Filipinos de Valladolid.
Cientos de vecinos, y una buena representación de las autoridades locales, acudieron hasta la iglesia vianera para asistir a la Eucaristía presidida por el Obispo Auxiliar de la Archidiócesis de Valladolid, Luis Javier Argüello, y concelebrada por el párroco Sebastián Aldavero y por el rector del Colegio de San Albano, Juan Pardo. Las monjas, ubicadas en los primeros bancos de la nave lateral del templo, fueron las encargadas de poner, con sus voces y el sonido de guitarras, la banda sonora a la liturgia.
El párroco local, al principio de la ceremonia, y el Obispo Auxiliar, durante su homilía, saludaron a las hermanas y las desearon una feliz estancia es su nueva residencia en Viana. Tuvieron ambos palabras de agradecimiento para el rector de San Albano por la facilidad con la que se ha llegado al acuerdo para la cesión de las instalaciones que servirán como morada, al menos durante los próximos treinta años, de las Carmelitas Samaritanas.
Finalizada la Eucaristía tomó la palabra la priora de la congregación, la Madre Pilar María del Sagrado Corazón, para agradecer la labor realizada por Obispo, Rector y Párroco y Alcalde de Viana para que ellas pudieran instalarse en el municipio y resumió la labor que desde ya van a realizar en la localidad como es “difundir la espiritualidad del Corazón de Jesús” tomando el relevo del beato Bernardo Hoyos, principal apóstol en España de la devoción al Sagrado Corazón de Jesús. Además de esta labor, estas nuevas residentes de Viana invertirán parte de su tiempo en la elaboración y venta de dulces y otros productos.
También subió al Altar Mayor el regidor vianero, Alberto Collantes, para dar la bienvenida a las religiosas, vecinas ya de hecho y derecho, y desearles una feliz estancia en un pueblo que, en palabras del primer edil, se caracteriza por “su carácter acogedor para los que llegan a él para vivir”.
NUEVO RUMBO DE LA PARROQUIA
Antes de que se diera por concluida esta ceremonia de bienvenida, el nuevo cura de Viana quiso dirigirse a su grey para hacer un pequeño balance de lo que han sido los tres primeros meses de su ministerio en la localidad y lo que quiere que sean los próximos. Aldavero quiere que la de Viana sea “una parroquia viva en la que todos, independientemente de colores y condiciones, puedan participar; en la que sientan a la casa de Dios como la suya propia y en la que, como meta última, Dios entre en el corazón de cada persona”. El párroco espera que todo el que se acerque hasta la el templo vianero se sienta “acogido” tanto por él personalmente como por la propia iglesia y por ello ha realizado unos pequeños cambios en el ornato que no han sido ajenos a los feligreses. “No se trata de hacer grandes cambios arquitectónicos sino que sencillamente intentamos mejorar lo que ya hay para que los espacios sagrados entren por los ojos y lleguen al corazón; que cuando entres en el templo, el clima que hay te invite a orar” explica el sacerdote. Tampoco ha pasado desapercibida la participación en las ceremonias de niños, generalmente los que están recibiendo la catequesis de la Primera Comunión, ejerciendo como monaguillos o realizando las ofrendas, o sus padres, encargándose de las lecturas.
Con la ayuda del Arzobispado y de los vecinos, el párroco quiere también acometer una serie de reformas en la casa parroquial anexa a la iglesia para poder establecer ahí su residencia, pues actualmente vive en una casa cedida por el Ayuntamiento, y para tener espacios donde realizar las actividades pastorales como las catequesis.
