VIANA DE CEGA DESPIDIÓ A JULIO DE MIGUEL, PÁRROCO DURANTE LOS ÚLTIMOS 8 AÑOS

Juan J. Villalba Pinilla

Vecinos y autoridades locales de Viana de Cega despidieron el pasado domingo al que durante los últimos ocho años ha sido párroco en la localidad, el aldeamayorense Julio de Miguel, que tras su servicio pastoral en el municipio pone rumbo a Portillo para hacerse cargo de la parroquia de Santa María la Mayor.

Esta despedida oficial tuvo lugar en la misa de doce celebrada en la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, llena hasta la bandera, en la que de Miguel aprovechó la homilía, bastante más extensa de lo habitual, para hacer balance de estos ocho años.

Visiblemente emocionado, el ya expárroco agradeció la ayuda prestada a entidades como el Ayuntamiento o la Junta Parroquial y a grupos específicos que han participado de la vida de la parroquia como el encargado de gestionar los asuntos económicos, el de catequistas y por supuesto el de mujeres que le ayudaron en diversas tareas. También dedicó unas palabras a los dos coros que acudieron a esta cita para poner la banda sonora a la ceremonia: el grupo Albares y el ya extinto Coro de Viana que se reunió para la ocasión. No quiso perder la oportunidad para pedir disculpas si en alguna ocasión fue “duro, claro o pesado” y agradeció a todos “haberme hecho la vida más agradable durante estos años”. Pero sin duda el momento más emotivo de la intervención del sacerdote fue cuando citó a tres personas ya fallecidas con las que colaboró estrechamente: el que fuera concejal del Ayuntamiento Jesús Garrido y los vecinos Mª José Sastre y Pedro Pérez Casares.

Finalizada la ceremonia religiosa subieron al atril del altar mayor el Presidente de la Junta Parroquial Calos Izquierdo y el alcalde de la localidad Alberto Collantes para dirigir unas palabras al homenajeado y hacerle entrega de unos obsequios: un busto en plata de un cristo y una placa en recuerdo de su estancia en Viana respectivamente. También subieron unos niños que le entregaron un jersey como recuerdo.

En su intervención, el Presidente de la Junta Parroquial aprovechó para decirle a “Don Julio” que en “Su Iglesia deja un montón de amigos que no le van a olvidar” y manifestó su deseo de que les recuerde con cariño “como nosotros a él” y no con nostalgia puesto que ésta “ata al pasado y enturbia el presente y el futuro”. Reconoció Izquierdo que “se nos va un trozo de nuestro corazón puesto que el roce hace amistad y más cuando ese roce es con buena gente como lo es usted”. Finalizó su intervención señalando que “por estos ocho años de vida que nos ha dedicado estoy seguro de que en cualquiera de los hogares de Viana siempre habrá un lugar reservado para usted”.

Collantes aprovechó para recordar que, tras enterarse de la llegada de De Miguel a Viana a través del alcalde de Matapozuelos Conrado Íscar, que también se encontraba presente en esta ceremonia, la premisa del equipo de gobierno fue la de “trabajar junto al párroco por sacar adelante todo aquello que más nos unía”. El regidor hizo entonces un pequeño repaso a algunos casos concretos de esta colaboración mutua destacando por ejemplo la organización de los actos de conmemoración del cincuenta aniversario de la nueva iglesia. Como corolario a toda su argumentación Collantes destacó que en estos ocho años nunca ha habido desencuentros ni fisuras en la relación con el expárroco “que siempre ha estado abierto y a disposición”.

Una canción de despedida entonada por el Coro de Viana y una encendida ovación a De Miguel, que se arrodilló brazos en cruz delante al altar mayor, pusieron punto y final al acto que siguió en la Casa de Cultura ya de manera más distendida compartiendo un vino español.

El próximo domingo a las doce, y en presencia del Obispo Auxiliar de la Archidiócesis de Valladolid Luis Agüello, tomará posesión de la parroquia de Viana el sacerdote Sebastián Aldavero García.