Personajes: Jorge Manrique, matador de toros
Retirado de la primera línea del toreo desde el año 2000, sigue vinculado al mundo del toro desde otros ámbitos e incluso no ha dejado pasar la oportunidad de saltar al ruedo en alguna ocasión.
Juan J. Villalba Pinilla
Jorge Manrique Estébaneznació en La Seca el 12 de abril de 1964, aunque es riosecano de adopción. Tomó la alternativa en la plaza de toros de Valladolid el 17 de septiembre de 1985 de la mano de José María Manzanares, ejerciendo como testigo Roberto Domínguez y lidiando a Flautista, un ejemplar castaño de la ganadería de Gaviria al que cortó las dos orejas. Toreó su última corrida en Aldeamayor de San Martín (Valladolid) en agosto de 2000.
Pueblosycomarcas.com: ¿A qué se dedica Jorge Manrique en la actualidad?
Jorge Manrique:Actualmente soy el Director del Museo del Toro de Valladolid, lo que implica encargarse de la organización de los actos, las exposiciones u otra cualquiera actividad que se organizan en el mismo así como ser su imagen frente al público en general. Aparte de esta labor, gestiono la empresa Manritauro que se encarga de organizar festejos taurinos formales y populares y apodero al novillero Pablo Santana.
Pyc.com: ¿Añoras la faceta de matador de toros?
J.M.:La verdad es que sí. Siempre tienes el gusanillo del toreo. Cuando un torero se retira, parece que le falta algo. Si no toreas, parece que no tienes vida. Yo de hecho, entreno para torear algún festival y por lo menos quitarte el mono. El año pasado toreé en Rioseco un festival para conmemorar los 25 años de alternativa, pero la experiencia me supo a poco y quiero torear algún festival más. Además de por lo que significó volver a ponerme delante de un novillo, el hecho de que mi hijo Rodrigo pudiera verme torear por primera vez fue lo más emocionante del día sin lugar a dudas.
Pyc.com:¿Qué balance harías de tu carrera?
J.M.:Siempre piensas que pudiste estar mejor en algún sitio clave, pero lo hecho, hecho está y no hay por qué arrepentirse de lo vivido. No he llegado al nivel de las grandes figuras y he toreado en plazas más humildes que los primeros espadas, sobre todo en Valladolid y su entorno, pero también he hecho las Américas toreando en plazas de México, de Perú, de Ecuador o de Colombia. En el caso concreto de mi paso por la Plaza de Toros de Valladolid, creo que el público siempre me ha tratado bien, en parte creo que porque he sido un torero que en todos los momentos he dado la cara. En Valladolid siempre he triunfado y he cortado orejas y he salido a hombros.
Pyc.com:¿Con qué momento de tu carrera te quedarías?
J.M.:Me quedaría con la época de los años 92 y 93. Fue la etapa en la que me apoderaba Ángel Gallego. Toqué bastantes ferias y cuando uno torea mucho, da la sensación de que las cosas te salen mejor. Toreé en Zamora una corrida de Victorino Martín, en Ávila y en bastantes más ferias más y creo que fue el año más importante de mi carrera.
Pyc.com:¿Qué persona o personas han significado más en tu carrera?
J.M.: En el ámbito profesional, una persona que me ha marcado mucho ha sido Julio Robles. En cuanto al aspecto personal sin duda mi padre.
Pyc.com: ¿Cómo ves el futuro de la fiesta y cómo valoras gestos como los de El Juli en esta temporada corriendo con parte del precio de las entradas en determinados festejos para promocionar la Fiesta entre los más jóvenes?
J.M.: Creo el problema parte de la administración. Para empezar, con la subida del IVA al 21%, se resienten festejos como las novilladas sin picadores que es donde se puede empezar a promocionar la Fiesta. Si no sacamos novilleros, no podrá haber nunca espectáculo. La actividad se ha encarecido mucho y partiendo de que el espectáculo ya era caro, lo uno se suma a lo otro y creo que es a partir de ahí de donde emana todo el problema. Desde mi punto de vista hay que intentar abaratar las entradas sobre todo para el público juvenil. Actitudes o fórmulas como las que ha puesto en marcha el Juli me parecen positivas, al igual que me lo parecen correctas las opiniones de otras figuras en el sentido de que hay que rematar mejor los carteles. Por poner un ejemplo, en la feria de Santander van a eliminar dos corridas lo que supondrá un ahorro de unos 130.000 euros. A mí me parece positivo, puesto que este año ha asistido bastante menos gente, y si en una feria en vez de dar siete festejos, tienes que dar cuatro, tampoco pasa nada siempre que se cumpla la calidad. Hay que reconocer que la gente lo que quiere es ver a las figuras y aunque pongas a toreros de la tierra, el público no asiste. En el festival de Rioseco donde yo toreé, el cartel estaba muy bien rematado con la asistencia de muchas figuras y a un precio asequible para los bolsillos.