La Semana Santa reactiva el enoturismo en la Ruta del Vino de Rueda
- Cinco bodegas abren sus puertas a las visitas en un territorio que completa su oferta turística con gastronomía, historia y naturaleza
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Diferentes formas de entender la elaboración del vino blanco son las que ofrecen las cinco bodegas de la Ruta del Vino de Rueda que han abierto sus puertas, con todas las medidas de seguridad, para seguir disfrutando del enoturismo.
Una ocasión para descubrir en primera persona cómo se elaboran los vinos en esta tierra, donde la uva verdejo es la reina. Las cinco bodegas a las que el viajero podrá acercarse al viñedo y al proceso de elaboración del vino, mediante reserva previa, son las siguientes:
Bodega Muelas. El legado familiar de la cultura vitivinícola es la seña de identidad de esta pequeña bodega situada en el centro histórico de Tordesillas. De la mano de su enóloga el visitante podrá recorrer las diferentes galerías subterráneas donde los vinos guardan su tiempo de crianza.
Campo Eliseo. Una casa solariega del SXVII es el lugar idóneo para descubrir la tradición de la viticultura en La Seca. A más de diez metros bajo tierra es posible conocer los diferentes tipos de vinificación y crianza que aquí se realizan. Una experiencia que finaliza con una cata en su patio exterior.
Emina Rueda. La innovación es la protagonista en esta bodega situada en Medina del Campo. Rodeada por un jardín de variedades blancas y olivos en ella es posible comprender las diversas elaboraciones que la uva verdejo ofrece y deleitarse con una degustación de vino y aceite de su almazara Oliduero.
Finca Montepedroso. Un extenso viñedo flanquea a esta bodega de vanguardia, enclavada a 750 metros de altitud, en Rueda. La visita acerca las propiedades de la uva verdejo al visitante a través de sus elaboraciones y finaliza con una cata comentada con vistas al paisaje.
Menade. La filosofía eco-lógica es la protagonista en esta bodega de Rueda. Descubrir las técnicas naturales empleadas en el cuidado de la vid, visitar el hotel de insectos o realizar una cata maridada con productos locales, son algunos de los atractivos que el viajero encontrará en este singular recorrido.
No obstante, es posible hacer enoturismo desde el sofá, la Bodega Cuatro Rayas ha diseñado para el próximo día 3 de abril una visita y cata virtual en la que se podrán conocer la filosofía y vinos de la bodega lasecana.
La gastronomía es imprescindible para el turismo de la zona y los 14 restaurantes adheridos a la ruta han encendido de nuevo sus fogones para elaborar sus mejores platos. En ellos destaca la cocina de autor y la cocina tradicional para deleitar a los paladares más exigentes. Menús tradicionales con lechazo de protagonista o platos más novedosos componen la variedad de la carta gastronómica de la ruta.
Lugar especial tiene la oferta de productos típicos de Pascua y que van desde el hornazo y las exquisitas rosquillas de palo que podemos encontrar en La Giralda de Castilla en Matapozuelos, a las torrijas más innovadoras, realizadas con masa madre propia y aptas para intolerantes a la lactosa, de Pecado Artesano en Medina del Campo; sin olvidar los tradicionales molletes de Castronuño, los canelos de Pastelería Galicia en Tordesillas o las ya tradicionales monas de Pascua de Le Boutique en Mojados.
De pueblo en pueblo también es posible disfrutar de la naturaleza o el patrimonio histórico y artístico. Realizar cualquiera de las muchas rutas de senderismo homologadas, visitar edificios emblemáticos como el Castillo de la Mota en Medina del Campo, o las Casas del Tratado en Tordesillas, entretenerse en el Parque Temático del Mudéjar en Olmedo, caminar por las calles empedradas y llenas de historia de Madrigal de las Altas Torres o disfrutar del arte urbano caminando por Nava de la Asunción pueden ser otras opciones para sumergirse en la Ruta del Vino de Rueda.