La ex alcaldesa de Boecillo se sentará en el banquillo a partir del 13 de diciembre
- Acusada de delitos de prevaricación y malversación al haber permitido que un agente de la Policía Local compatibilizar el puesto con el de jefe de Obras y por la comisión de distintas irregularidades en la ejecución de distintos proyectos urbanísticos
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La ex alcaldesa de Boecillo, María Ángeles Rincón, será juzgada a partir del próximo día 13 de diciembre en la Audiencia Provincial de Valladolid acusada de delitos de prevaricación y malversación.
El juicio, que se celebrará en la Sección Segunda de lo Penal y tendrá su continuidad los días 14, 15 y 16 del presente mes, tendrá que determinar la inocencia o culpabilidad de al exregidora por haber permitido que un agente de la Policía Local compatibilizara el puesto con el de jefe de Obras además de por la comisión de distintas irregularidades en la ejecución de distintos proyectos urbanísticos.
Según informa Europa Press , con estos antecedentes, la Fiscalía de Valladolid acude con una petición para Rincón de cuatro años de cárcel y diez de inhabilitación por delito continuado de malversación además de otros quince de inhabilitación por un delito continuado de prevaricación, según informaron fuentes jurídicas.
Además, en concepto de responsabilidad civil, la acusación pública solicita una indemnización al Ayuntamiento de Boecillo de 11.102,32 euros además de otra cantidad a determinar por los materiales utilizados en una de las obras presuntamente ejecutadas de forma ilegal.
Los hechos que se juzgarán se remontan al 9 de noviembre de 2016, cuando la exedil propuso el nombramiento temporal como encargado municipal de Obras, cargo que se hallaba vacante, de un agente de la Policía Local, y ello a pesar de que la compatibilidad de ambos cometidos no era posible.
Sin embargo, añade la información, el nuevo jefe de obras fue liberado de sus funciones como agente pero empezó a cobrar por ambos trabajos pese al informe negatico del interventor municipal en el que, además de advertir de la ilegalidad de abonar ambos salarios, apuntaba la ilegadidad que suponía pagar también horas extra al agente pues ya no trabajaba como tal.