La Diócesis rinde hoy homenaje a los curas que cumplen los 25, 50 y 60 años de ordenación
- En total, catorce integrantes del presbiterio diocesano de Valladolid (aunque por diversas razones no todos han podido estar hoy presentes en la celebración) que, junto a la memoria de los fallecidos, están siendo objeto de ese especial reconocimiento
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La fiesta de la memoria de San Juan de Ávila, patrono del clero español, hoy miércoles día 10 de mayo, es el día elegido por la diócesis de Valladolid para celebrar la conmemoración sacerdotal con la que se rinde un homenaje especial a los presbíteros que este año celebran su 25º, 50º y 60º aniversario de ordenación, bodas de plata, oro y diamante sacerdotales.
Los nombres propios de esta jornada que está teniendo lugar en el Seminario Diocesano son:
-Bodas de plata: Adam Sudol, Antonio da Silva Chaves, Dionisio San José Fernández, Luis Alberto Ordejón Casado, Juan Antonio Gómez y Carlos Arnanz
-Bodas de oro: Hipólito Tabera Tabera
-Bodas de diamante: Alfonso de la Fuente García, Jesús Cartón Pajares, José Luis González Arenales, Juan José Pérez Calvo, Lino Collazos del Castillo, Pedro Antonio Millán Aparicio y Sebastián Nieto.
En total, catorce integrantes del presbiterio diocesano de Valladolid (aunque por diversas razones no todos han podido estar hoy presentes en la celebración) que, junto a la memoria de los fallecidos, están siendo objeto de ese especial reconocimiento en los actos que han comenzado a las 11’15 horas, con la acogida y la conferencia de Carlos Gallardo, presbítero de Córdoba, sobre “Tener la condición de Cristo: La paternidad espiritual en San Juan de Ávila”. Tras el homenaje y un descanso, compartirán juntos la Eucaristía, concelebrada por todos y presidida por nuestro arzobispo, don Luis Argüello, y la comida fraterna, ambas en el mismo centro formativo.
“La fiesta de San Juan de Ávila nos convoca para celebrar juntos nuestro agradecimiento al Señor por la vocación en la que hemos sido llamados. Este agradecimiento se concreta de una forma personal en quienes celebran sus bodas sacerdotales de plata oro y diamante. Nuestro encuentro del día 10 de mayo -señalaba don Luis Argüello hace unos días en una misiva dirigida a su Presbiterio- nos ofrece la posibilidad de honrar a nuestro santo patrón y afianzarnos en la vocación apostólica; también podremos cultivar nuestra amistad y fraternidad. Comunión y misión son señas de identidad de la Iglesia que nosotros hemos de vivir y cultivar en el Pueblo de Dios. Ambas brotan de la Eucaristía que juntos celebraremos, obispo, Presbiterio diocesano y diáconos. El pueblo de Dios, del cual hemos sido tomados, estará representado por los seminaristas“.
“La celebración de este día del patrono del clero español tiene una relevancia especial para el presbiterio, de manera análoga a la Misa Crismal o a aquella en la que son ordenados nuevos presbíteros“, añadía el arzobispo.