GRUPOS DE CUATRO PROVINCIAS MOSTRARON PARTE DE SU FOLKLORE EN LA PLAZA MAYOR DE ALDEAMAYOR DE SAN MARTÍN
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La Plaza Mayor de Aldeamayor de San Martín fue el escenario donde en la tarde del pasado sábado se celebró el I Festival de Folklore de la localidad organizado por el Ayuntamiento y por la Asociación Cultural Grupo de Coros y Danzas ‘Arienzo’, de Valladolid.
El evento dio comienzo pasadas las cinco y media de la tarde con un pasacalles de los grupos participantes, acompañados de varias formaciones de dulzaineros y redoblantes y de unos cabezudos locales, desde el Espacio Joven, sito en la Avenida Valladolid, hasta la Plaza Mayor.
Ya sobre el escenario dispuesto en uno de los fondos del foro aldeamayorense tomaron la palabra Carmen y Dionisio para, en representación del grupo ‘Arienzo’ hacer las presentaciones de los grupos e introducir el evento. Ambos agradecieron al consistorio local, en las personas de la coordinadora del área de Cultura, Carmen Pérez, y del Alcalde, Fernando de la Cal, y Teniente de Alcalde, Virginia Almanza, su apuesta por organizar este festival, muestrario del rico y variado folklore de nuestro país, pues insistieron que, sobre el escenario se iba a mostrar “una parte de la cultura heredada de nuestros antepasados, unas raíces que nos dicen a todos quiénes somos ahora y que nunca debe perderse”.
Fue precisamente Arienzo, acompañado de Rafa y Fernando a la dulzaina y a la caja respectivamente, el primero de los grupos que subió al escenario para interpretar sus tres primeras piezas: La Galana, con entrada y salida de habas; San Roque y El Zángano.
Tras este primer acercamiento al folklore vallisoletano, llegó el turno al grupo anfitrión. El de Aldeamayor, es un grupo de jotas formado hace escasamente año y media integrado por un veintena féminas de edades que van de los tres a más de 60 años. En este tiempo, bajo la dirección de la propia Carmen Carrión, han retomado la estela de grupos de jotas que ya existieron en el municipio hace décadas. Su repertorio, acompañadas por las músicos de la Escuela de Dulzaina ‘Tierra de Pinares’, de Aldeamayor, estuvo compuesto por El corrido de Mariano Encinas, Los Labradores, Jota de Villamoronta y Jota de La Niña más el añadido de una pieza interpretada por los dulzaineros y redoblantes de ‘Tierra de Pinares’.
De Valladolid se pasó a Burgos y el tercero de los grupos que subió al escenario fue la Escuela Municipal de Folklore de Aranda de Duero. El grupo, nacido en el año 1989 con el propósito de acercar a la gente de Aranda y la Comarca su Folklore y tradiciones y recuperar la Cultura Tradicional de la Ribera del Duero y que cuenta con numerosos alumnos que estudian muy diversas disciplinas dentro de la raíz común que es el floklore, bailaron La jota de mi pueblo, de Santa María del Campo; Polka de Vadoconces; Ronda de Quintos, de Aranda de Duero; La Jaula, recogida en Gumiel de Izán; la Jota peñarandina, de Peñaranda de Duero; Rueda de la ribera; Jota de Burgos y Rueda de Aranda.
El folclore madrileño, con la presencia en el escenario del grupo ‘Huelearromero’ tomó el relevo sobre el escenario de Aldeamayor, al folclore castellano representado por vallisoletanos y burgaleses. El Grupo Folklórico ‘Huelearromero’ nace en el año 1983 en la localidad madrileña de Cenicientos en el baile que se celebra por el fin de curso impulsado por un grupo escolar. A partir de aquí visto el éxito de la iniciativa comienza su andadura participando en varios certámenes nacionales e internacionales. Tras varios años el grupo se disuelve para volver a reunirse en el año 2008 con motivo del homenaje ofrecido por el Ayuntamiento de Cenicientos para celebrar el 25 aniversario de su fundación. Desde ese momento, el grupo comienza con una nueva andadura con aires renovados participando en múltiples compromisos. Reflejo de esa andadura fueron los temas que danzaron sobre las tablas al son de los instrumentos de cuerda y de las voces de la sección musical de la agrupación: Los aceituneros, La vendimia, Seguidilla del cortejo y La jota picante.
La Asociación Folclórico – Musical ‘Virgen de las Viñas, de Tomelloso (Ciudad Real), siguiente agrupación en actuar, nació en 1965 y desde entonces se ha preocupado por mantener vivas las tradiciones de su localidad recopilando jotas y divulgándolas por toda la geografía nacional e incluso en el exterior con incursiones en Portugal, Francia o Bélgica. La primera de las jotas que mostraron a la nutrida concurrencia fue la Jota del Candil a la que siguieron la jota Castilla, una rondeña manchega, la Jota de Tomelloso y la Jota Rabiosa. Fue tanto el énfasis que pusieron sus integrantes a lo largo de su repertorio que alguno de los varones sintió como su pantalón se rasgaba a la altura de las ingles dejando entrever algo de ropa interior y algo de piel.
Como punto y final del festival subieron nuevamente los integrantes de Arienzo acompañados, esta vez, por la dulzaina de Elías Martínez y la caja de Mónica Supiot. Antes de que comenzara el baile, Carmen Carrión hizo un breve semblante de la historia de un grupo que se formó en al año 1981 con la finalidad de recoger y difundir el folklore de nuestra región castellano-leonesa. Durante esta trayectoria hasta la fecha, ha mostrado su folklore por todo el territorio nacional e internacional, en varios festivales folklóricos, fiestas patronales, etc. El grupo no sólo se dedica a las danzas o bailes sino que también recoge costumbres, tradiciones y vestuario con el afán de que esta tradición no se pierda. Como epílogo de este extenso y variado certamen interpretaron la Jota de Íscar, las Boleras de Velilla, cantaron Los Sacramentos, y finalizaron con un paloteo bailado exclusivamente por los varones del grupo y con El Cribero segoviano.
La velada finalizó, cuando el fresco y la noche se hacían notar en la villa pinariega, con un intercambio de regalos entre los grupos participantes y con las palabras de reconocimiento y agradecimiento a público, grupos participantes, trabajadores municipales y concejales del Ayuntamiento por parte de Alcalde y Teniente de Alcalde, encargados de clausurar el acto.
Como actividades complementarias, durante todo el festival los más pequeños pudieron disfrutar de unos hinchables gratuitos en la Plaza de la Iglesia, gentileza de Animaciones BAU, y ya entrada la noche, todo el que quiso pudo bailar al son de la Discomovida de Morin’s en la Plaza Mayor.