En Valladolid somos españoles
El pasado sábado 7 de junio tuve el privilegio de asistir al homenaje a la bandera y al ejército que se celebró en Cigales. El alcalde, Javier Caballero, de forma valiente decidió homenajear el símbolo que debe unir a todos los españoles y a quienes defienden a diario ese emblema. Llenazo hasta la bandera, nunca mejor dicho, pero con ausencias notables; los cinco concejales del Partido Socialista.
Borja García Carvaja, Presidente de NNGG Valladolid del PP
Los españoles somos muy peculiares. Nos enorgullecemos y lucimos nuestra bandera y nuestros colores cuando la selección española gana la Eurocopa o el Mundial de fútbol, sin embargo algunos reniegan en cualquier otro ámbito. Esto que en otras partes de España puede parecer algo normal, para los vallisoletanos no lo es en absoluto. La mayoría de los vecinos de la provincia de Valladolid se sienten orgullosos de su bandera.
Sinceramente no lo entiendo. Hay otras partes de España donde la coherencia brilla por su ausencia. Todavía recuerdo con hilaridad la imagen de aquellos etarras luciendo en sus perfiles de Facebook la camiseta de la selección y su celebración del Mundial. Me les imagino el sábado celebrando el título al son del tan coreado “Yo soy español”, mientras que el domingo prendían unos contenedores usando como mecha la bandera de España.
Aquí en Valladolid presumimos de ser españoles. No sólo gozamos con los triunfos del fútbol, sino que sacamos pecho con los triunfos de Rafa Nadal, y más en Francia, en Roland Garros, rodeado de franceses que nos desprecian sólo por ser del país vecino, o con las victorias de Fernando Alonso o Pau Gasol, que siempre que pueden sacan a relucir su orgullo patrio. Pero no sólo de deporte vive el vallisoletano, así gozamos también de los logros españoles en los campos de las artes, las letras, las ciencias, o incluso en el ámbito empresarial.
En cada rincón de nuestra provincia, los vallisoletanos celebran con pasión el día de la Hispanidad, el día de Santiago Apóstol patrón de España, y todas y cada una de las fiestas locales en las que las tradiciones de nuestro país salen a relucir. Lo contrario en nuestra provincia es muy minoritario. Recuerdo hace unos años, un 23 de abril en el que un grupo de unos veinte chavales en la campa de Villalar de los Comuneros recibían al presidente Herrera al grito de “Caña, caña, caña, Castilla no es España”. Algo anecdótico sin duda, que más que representar a los vallisoletanos, puso de relieve la falta de Educación y conocimientos de algunos, porque si Castilla no es España, apaga y vámonos.
Por eso aplaudo y apoyo las iniciativas de homenaje a la bandera. En Francia o en USA, todos se sienten orgullosos de su estandarte nacional. Aquí si lo llevas fuera de una celebración deportiva, eres como poco “un facha”. Además estos homenajes a la bandera son a su vez un sentido homenaje a nuestro ejército, y en especial a los caídos en acto de servicio por defender nuestra nación.
El ejército sigue siendo a día de hoy una de las instituciones más respetadas, más queridas y mejor valoradas por los españoles. Salvo mamarrachadas propagandísticas como las que lanzó PODEMOS en la campaña diciendo que hay que salir de la OTAN y eliminar nuestras Fuerzas Armadas, la gente admira y aplaude a nuestros militares. Por eso, no logro comprender el desplante que los concejales socialistas de Cigales le hicieron el otro día al ejército y a nuestra bandera.
Hace dos años, los líderes socialistas de la provincia de Valladolid asistieron y participaron del día de las Fuerzas Armadas que se celebró en Valladolid Capital. Por lo tanto, está claro que no se trata de política de partido, sino que simplemente buscaron oportunismo político a costa de los emblemas de todos los españoles.
Se necesita altura de miras para ser un buen servidor de los ciudadanos. Un representante público debe estar por encima de pataletas y malas relaciones personales, y debe ser leal y respetuoso con la ley y por ende con nuestros símbolos. Cara les saldrá la pataleta de aquí a un año, ya que los vecinos de Cigales y Valladolid, sean del color político que sean, admiran a nuestro ejército, homenajean a nuestra bandera, y sobre todo, se siente orgullosos de ser españoles.