EL PINTOR FRANCISCO LÁZARO CABRERA CEDE PARTE DE SU OBRA AL AYUNTAMIENTO DE MEDINA DE RIOSECO
El pintor junto al alcalde de Rioseco, Artemio Domíngez, junto a una de sus obras.
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Francisco Lázaro Cabrera, veterano pintor nacido en Valladolid en 1923 y residente en Madrid, acaba de ceder por un periodo de 30 años parte de su obra al Ayuntamiento de Medina de Rioseco. En total son 75 cuadros de técnica mixta sobre lienzo, de tamaño variado, siendo lo habitual de 1,5 x 2 metros (con la excepción de dípticos y trípticos de mayor tamaño). El propio artista, arquitecto de 93 años, y el alcalde de Medina de Rioseco, Artemio Domínguez, han firmado un documento de cesión de la obra con el fin de darla a conocer y difundirla en exposiciones y espacios públicos. Los cuadros serán custodiados en el Museo de San Francisco, de gestión municipal.
En los últimos 70 años de su dilatada vida, Lázaro Cabrera ha creado una extensa obra de pintura abstracta. Entre octubre y noviembre del año 2000, la obra de este pintor vallisoletano vio la luz en la exposición celebrada en el Centro Cultural Conde Duque de Madrid. En el catálogo de la muestra, el crítico de arte Miguel Logroño expresó que “hay en la pintura de Lázaro Cabrera una fuerza expansiva clara de las masas de colores; una dinámica organización axial de dentro afuera, de un centro eje o foco a un contorno incalculable. Dentro de una idea constante de equilibrio, de orden, la composición pictórica se moviliza reproduciendo o mimetizando dos líneas focales de inocultables poder y presencia que evocaría una raíz arquitectónica: una línea de interiorización y otra que exterioriza. Dicho metafóricamente, el alma y el cuerpo, el espíritu y la carne. O el corazón y la forma”. Logroño calificaba a Lázaro Cabrera como “maestro”, refiriéndose a él como “soberbio y desconocido pintor”.
Francisco Lázaro Cabrera recuerda haber tenido dos grandes maestros. Uno, Secundino Zuazo, del que aprendí la Grandeza en general, la concepción de las cosas, los objetos con amplitud, con grandeza de miras. Y otro, Alejandro de la Sota, de quien aprendí la Pureza, la Simplicidad, la Esencia de las cosas, el prescindir de los superfluo, que distrae y confunde el conjunto”.
Con gran ilusión, aunque con tristeza por ver salir los cuadros de su taller después de haber estado con él tantos años, el propio Francisco Lázaro Cabrera manifestó su voluntad de hacer donación de 75 cuadros representativos de las diversas épocas de su obra del total que conforman su extensa obra. Por su parte, el alcalde riosecano, Artemio Domínguez, agradeció al veterano pintor el que hubiera elegido a Medina de Rioseco como lugar para depositar su obra, a la vez que anunció que ya se estaba proyectando para septiembre una exposición para mostrar parte de los cuadros cedidos. Domínguez destacó que “con este legado Medina de Rioseco ve aumentar su rico patrimonio con una obra contemporánea que se suma a la que posee de otras época”.