El Círculo “El Empecinado” conmemoró la 2ª Batalla de Cabezón de Pisuerga
- Además de una ofrenda floral, el presidente nacional del Círculo y descendiente del guerrillero y general Juan Martín “El Empecinado”, José Ignacio Moratinos, dio lectura a un texto en el que explicaba perfectamente cómo fue la batalla que se conmemoraba
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Pasadas las 12:30 del mediodía del pasado sábado, tal y como estaba previsto, el Círculo Cultural Juan Martín “El Empecinado” conmemoró los 211 años de la 2ª batalla de Cabezón y voladura del tercer arco del puente.
Tras la presentación e instrucción del acto por parte del Vicepresidente Nacional y Presidente Regional de Castilla y León Benjamín Velázquez, tomó la palabra el presidente nacional del Círculo y descendiente del guerrillero y general Juan Martín “El Empecinado”, José Ignacio Moratinos, quien tras agradecer la asistencia a los presentes dio lectura a un texto en el que explicaba perfectamente cómo fue la batalla que se conmemoraba.
Según palabras textuales de Wellington: “Desde que le escribí en el día 26, he tenido oportunidad de ver entero el ejército enemigo, al estar posicionado en la orilla opuesta del Pisuerga ayer. Están ciertamente muy reforzados. El ejército de Portugal ha recibido un refuerzo de 10.000 hombres (incluida la caballería) de Francia; y tengo razón de creer que ahora hay dos divisiones de infantería con este ejército, pertenecientes al ejército del norte.”
Finalizó el emotivo acto con una ofrenda floral en homenaje a los que perdieron su vida en la batalla ante el monolito conmemorativo, mientras sonaba el toque de oración. A finales del mes de octubre de 1812 el general inglés Lord Wellington, quien durante 3 días pernoctará en la mejor vivienda del municipio. Al atardecer del 26 llegan los franceses a Cabezón, posicionándose en la llanura frente al puente, hoy el barrio nuevo y la urbanización Santa María. El general al mando francés, establece su cuartel general en el Monasterio de Palazuelos.
UN POCO DE HISTORIA
Las primeras luces del día 27 de octubre de 1812 revelan una densa niebla que imposibilita ver la orilla opuesta del río. El ataque francés tiene que demorarse hasta las 9 de la mañana, momento en que se ordena a la infantería ligera francesa atacar el puente. Las baterías instaladas por el ejército de Wellington y la colaboración de los pocos vecinos que se han quedado en Cabezón impiden a los franceses cruzar el río, teniendo que retroceder.
Wellington ya no tiene motivos para continuar en Cabezón y parte con sus tropas hacia Valladolid, ordenando antes volar el tercer arco del puente. Los habitantes de la villa ven con pesar descender los restos de la construcción río abajo, sólo hacía unos 20 años que se había restaurado. Pasarían 40 años hasta que el puente quedara definitivamente arreglado.