CASTRONUÑO CON LAS MUJERES

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“Que pare el mundo porque nos están matando, que pare el mundo porque no funciona sin nosotras, que paren las calles hasta que podamos transitarlas seguras y que paren los feminicidios porque nuestras vidas no están a disposición de otros”

Así terminó el manifiesto que Irene Britapaja leyó ayer en la localidad vallisoletana de Castronuño ante el más de medio centenar de mujeres y hombres que se concentraron frente el Ayuntamiento ante la convocatoria de Izquierda Unida de Castronuño con motivo del Día Internacional de la Mujer, contra la violencia de género y por la igualdad, así como en apoyo a la huelga internacional de mujeres para este día.

A las doce de la mañana Castronuño se paró. Vecinos y vecinas hicieron un alto en el camino para decirle al mundo ¡basta ya mujeres asesinadas! Y que es el momento de cambiar la realidad de las mujeres y caminar definitivamente hacia una igualdad real, porque sin ella, sin igualdad la democracia no es tal.

La lectura del manifiesto fue precedida de un minuto de silencio por la memoria de todas las víctimas de la violencia machista.

MANIFIESTO 8 DE MARZO, DIA INTERNACIONAL DE LA MUJER

Hoy, 8 de marzo, celebramos el día internacional de la mujer. Pero no olvidemos que este día nos hace levantar la voz por muchos motivos que poco tienen de celebración. El modelo social en el que vivimos acarrea enormes dificultades para la mujer y pone pocos recursos para alcanzar la igualdad real entre el hombre y la mujer.

Para hacernos una idea de la realidad que vivimos paso a exponer unos datos con la intención de lograr que abramos los ojos ante esta desigualdad de derechos que existe, y ante la situación de vulnerabilidad que vive la mujer por el mero hecho de serlo:

·         El año pasado murieron 44 mujeres por violencia machista, siendo ésta la cifra oficial del Ministerio, que llega a 53 si contamos los casos que se encuentran en investigación. El año 2017 ya ha empezado con la cifra más alta de mujeres asesinadas desde 2008.        

·         1 de cada 3 mujeres en el mundo, ha sufrido violencia física o sexual y el 30% de ellas lo padeció de su pareja.

·         El 70 % de las víctimas de ciberbullying son chicas.

·         Entre las parejas trabajadoras, los hombres dedican 9 horas semanales al cuidado de hijos en edad escolar, frente a las 26 horas en el caso de las mujeres.

·         De los pensionistas que cobran menos del salario mínimo interprofesional, 7 de cada 10 son mujeres.

·         Sólo el 10% de los directivos de las empresas del IBEX35 son mujeres, a pesar de que somos el 60% de los títulos universitarios. De hecho, sólo ha habido 49 mujeres galardonadas con el premio Nobel, frente a 833 hombres.El porcentaje de mujeres con un sueldo inferior a los 1000 € duplica al de los hombres. La brecha salarial entre hombres y mujeres se sitúa en el 24%, la más alta de los últimos 6 años. Esto significa que el salario medio anual de una mujer es de 6000€ menor que el de un hombre.

·         El presupuesto para la prevención de la violencia machista se recorta en un 26% desde el año 2010.

Podríamos encontrar cifras negativas contra la mujer por cada ámbito social que analicemos.  Pero para poder cambiar esto, debemos impregnarnos de una cultura feminista, que luche por conseguir una igualdad real, alejada de este arraigado patriarcado en el que vivimos. Debe quedar claro que el feminismo no es una contraposición al machismo. Este, representa una idea de desigualdad. De superioridad del hombre sobre la mujer. El feminismo no se basa en una superioridad de la mujer sobre el hombre. Este cliché eterno “Ni machismo, ni feminismo: Igualdad” debe ser erradicado de raíz de nuestras bocas y nuestras mentes. El feminismo es igualdad en si mismo, y lo es con mayúsculas. Por eso, todos, hombres y mujeres debemos luchar por el feminismo. Un feminismo que se encuentre plasmado en la educación, la cultura, la historia, la salud, la economía…para lograr un mundo sin desigualdades. Es un deber moral.

Como dijo Simone de Beauvoir: “el feminismo es un modo de vivir individualmente y de luchar colectivamente”.

Por eso estamos hoy aquí, uniendo nuestras voces con las mujeres de otros más de 40 países que se han sumado al paro internacional del 8 de Marzo.

Que pare el mundo porque nos están matando, que pare el mundo porque no funciona sin nosotras, que paren las calles hasta que podamos transitarlas seguras y que paren los feminicidios porque nuestras vidas no están a disposición de otros.

¡Ni una menos! ¡Siempre juntas y fuertes!