Aldeamayor se encomienda a sus Santos para que lleguen las lluvias
- Lo hizo ayer con una procesión por las calles de la villa de las imágenes de diferentes santos entre las que estaban las de los patrones de la villa, Nuestra Señora de Compasco y San Roque
Juan José Villalba Pinilla
Antes situaciones desesperadas, medidas desesperadas. Ante la pertinaz sequía, los vecinos de Aldeamayor de San Martín apelan a la fe en sus santos invocándolos para que el agua, del que no se han tenido noticias más que testimonialmente en muchos meses, haga acto de presencia de forma contundente.
Lo que en principio era una iniciativa de la cofradía de Nuestra Señora de Compasco para celebrar una procesión extraordinaria con la imagen de la patrona por las calles de la villa como colofón al novenario que desde hace días se la reza en la parroquia, se transformó ayer viernes en una procesión “multi santoral” que a punto estuvo de no celebrarse. De hecho, minutos antes de que el titular de la plaza, José María Gil, recitase los últimos avemarías del rosario, la lluvia hizo acto de presencia, eso sí, en la cantidad justa para estropearte una talla y absolutamente escasa para paliar los estragos de la sequía, algunos ya definitivos. Pero como viene ocurriendo mes tras mes todo fue un espejismo y la lluvia caída no fue suficiente, ni siquiera, para eliminar el polvo del camino.
Con todo ello, minutos después de las siete y media de la tarde asomaban por la puerta de la fachada principal del templo pinariego los estandartes de la Virgen del Carmen, del Corpus y del Sagrado Corazón de Jesús y, tras ellos, las imágenes, todas portadas en andas a hombros de vecinos y vecinas del pueblo, de Santa Águeda, San Blas, San José, Nuestra Señora del Carmen, el Sagrado Corazón de Jesús, San Roque (traído desde la ermita horas antes) y, cerrando, la de Nuestra Señora de Compasco.
Tras cruzar la Plaza de la Iglesia, el rosario de imágenes enfiló la calle José Zorrilla hasta la Plaza del Descubrimiento y de ahí hasta la de Compasco para una vez circundada ésta deshacer el camino. Durante el trayecto se entonaron diversidad de rogativas solicitando a un poder superior que el agua caiga destacando aquella de “agua te pedimos reina soberana, los ríos se secan las fuentes no manan”.
No se conocía en la localidad tal despliegue, pues como recuerdan algunos vecinos de los que a sus espaldas acumulan más de 6 décadas, en épocas pretéritas sí que era costumbre recurrir a la patrona de la villa en situaciones desesperadas llevándola desde su ermita hasta el pueblo y celebrando alguna procesión por sus calles. Alguno incluso recuerda una en la que La Pinariega, como la apodan los oriundos de la villa, desfiló junto a San Isidro, pero nada comparable a lo de ayer.
Hoy la patrona será trasladada hasta la ermita para celebrar una misa en su honor, como es tradición todos los 13 de mayo en la ‘romería chica’, y permanecerá allí hasta que a finales de octubre, cuando los días son más cortos y el frío va arreciendo, se la vuelva a traer a la iglesia.
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