ALDEAMAYOR CELEBRÓ LA NOVENA TRAÍDA DE LA VIRGEN DE COMPASCO
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Aldeamayor de San Martín celebró ayer sábado la novena ‘Traída de la Virgen de Compasco’ desde la ermita en la que su imagen reposa la gran parte del año hasta la iglesia parroquial de San Martín de Tours, en el casco viejo de la localidad, donde permanecerá hasta que asome la primavera a estos lares ‘tierrapinariegos’.
El traslado, que discurrió por pinares, por parte de la Urbanización ‘El Soto’ y por diferentes calles del casco tradicional, arrancó pasadas las cinco de la tarde y, receso incluido una vez cruzada la pasarela peatonal de la Autovía de Pinares, se extendió por cerca de dos hora y media.
Como ocurre año tras año fue en la parte urbana del recorrido donde se vivieron los momentos de mayor afluencia de público, recogimiento y devoción, puesto que poco a poco se fueron incorporaron muchos vecinos, la luz artificial de unas velas sustituyó a la del día, cuya intensidad iba descendiendo, y comenzó, dirigido por el fraile carmelita Celso Prieto Bermejo, el rezo del rosario. Habitual es que tanto en el entronque de la Avenida Valladolid con calle Larga –conocido como la zona de la Fuente- como en la Plaza Mayor se hicieran sendas paradas para cantar diferentes canciones en honor de la patrona de la villa.
Cuando toda la procesión se encontraba en la Plaza Mayor, a los pies de la iglesia parroquial, las andas sobre las que reposa la imagen de María fueron desancladas de la carroza a ruedas en la que realizó todo el trayecto. Acto seguido, portada a hombros por cuatro fieles, la talla de esta advocación mariana, cubierta de ropajes en tonos naranjas, hacía su entrada en el templo aldeamayorense para presidir, ubicada en el frontispicio del presbiterio, una misa por el eterno descanso de todos los difuntos de la cofradía que lleva su nombre.
Reseñar que durante todo el trayecto –desde el pinar hasta la Plaza Mayor- la procesión estuvo controlada por efectivos de las agrupaciones locales de Protección Civil de Aldeamayor de San Martín.
El motivo por el que desde hace ocho años se realiza este traslado es, sobre todo, la soledad del paraje y lo poco visitados que son en invierno la ermita y su entorno. De ahí que la Cofradía decidiera que la patrona de la villa pueda recibir la veneración de los devotos en la iglesia del municipio durante los meses de otoño e invierno.
Con esta novena traída se pone fin a los actos anuales que tiene a la patrona de la villa como protagonista de la actividad religiosa del municipio y que comenzaron con la ‘romería chica’ del 13 de mayo y continuaron con la ‘romería grande’ del primer domingo de septiembre.