Alumnos XXIX Seminario sobre historia del Monacato visitan varios monasterios románicos de la provincia de Valladolid
En concreto ciento veinte de ellos alumnos visitaron ayer los monasterios románicos de Urueña, La Santa Espina y Matallana. Esta visita está estrechamente relacionada con la publicación, por parte de la Fundación Santa María la Real de la Guía, “Todo el románico de Valladolid”.
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En el marco del XXIX Seminario sobre Historia del Monacato de la Fundación Santa María la Real de Aguilar de Campoo, 120 alumnos han visitado hoy martes 4 de agosto y por este orden, tres de los Monasterios románicos más importantes de la provincia de Valladolid: San Pedro y San Pablo de Cubillas (Ermita de la Anunciada de Urueña), La Santa Espina y Matallana.
Ha sido en este último monasterio donde les recibió el diputado provincial Artemio Domínguez quien les dio la bienvenida y departió con el grupo mientras se realizaba la visita al monasterio de Santa María.
Los participantes en el Seminario se desplazaron a la ermita de la Anunciada, la Villa del Libro y sus librerías. Tras llevar a cabo un paseo cultural por Urueña y sus murallas, prosiguieron hacia el contiguo monasterio de la Santa Espina para terminar el viaje cultural visitando los restos del Monasterio de Matallana.
Esta visita está estrechamente relacionada con la publicación, por parte de la Fundación Santa María la Real de la Guía, “Todo el románico de Valladolid”, escrita por el historiador José Luis Hernando Garrido, que fue presentada por el propio autor, en el Centro e-LEA Miguel Delibes el jueves, 23 de octubre de 2014.
El XXIX Seminario sobre Historia del Monacato
El tema general que se propone para el XXIX Seminario sobre Historia del Monacato, organizado por la Fundación Santa María La Real del Patrimonio Histórico, y que se desarrolla del 3 al 6 de agosto tiene que ver con el emplazamiento concreto en que los cenobios hispanos se hallan asentados. Su argumento se trenza en torno a la idea directriz de que todo monasterio constituye un lugar de memoria sacra; esto es, un lugar que, por herencia, apropiación o creación, se ofrece como escenario privilegiado de contacto con lo santo.
Desde esta perspectiva, los ponentes del Seminario tratan de mostrar cómo, en nuestra Edad Media, los monasterios se hicieron con esa condición de lugar de memoria sacra. Unos lo consiguieron heredando lugares sagrados precristianos, otros a través de oportunas construcciones hagiográficas y otros manejando sabiamente las reliquias, las imágenes o las presuntas apariciones de personas consideradas santas. Por uno u otro medio, los monjes construían y conservaban una memoria de santidad que vinculaba al monasterio con un lugar sacralizado.
A su vez, la custodia y la publicidad, por parte de las comunidades monásticas, de los elementos que hacían de los monasterios un lugar de memoria sacra contribuían a sugerir que el cenobio constituía un hortus conclusus et amoenus, una especie de paraíso en la tierra, lo que estimulaba la devoción y las limosnas de los fieles.