MAÑANA ENTRA EN VIGOR EL LÍMITE DE 90 KM/H EN CARRETERAS CONVENCIONALES
Pueblosycomarcas.com; @PueblosComarcas
Mañana entra en vigor la modificación del artículo 48 del Reglamento General de Circulación referido a los límites de velocidad en carreteras convencionales que establece como velocidad genérica máxima en dichas vías los 90 km/h.
En Castilla y León, esta medida afecta a 3.300 kilómetros de los más de 30.000 kilómetros de vías de única calzada sin separación física y con un carril por cada sentido de circulación. A tal efecto, la Dirección General de Carreteras a través de sus demarcaciones territoriales así como el resto de titulares de la vía han procedido durante los últimos 30 días a la retirada o cambio de señales con los antiguos límites de velocidad.
La Unidad de Carreteras del Estado en Castilla y León ha cambiado y colocado pegatinas encima de las antiguas señales de limitación a 100 km/h con la nueva a 90, en 787 señales. La Junta de Castilla y León ha hecho lo propio en otras 101. En total, unas 900.
En Valladolid, hay 262 kilómetros de carreteras de titularidad estatal afectadas y otras 116 de la Junta de Castilla y León. El Ministerio de Fomento ha cambiado 74 señales y la Consejería de Fomento, otras 34.
Las carreteras afectadas en esta provincia son la N-122, la N-601, la N-620 y la N-610. Además, hay otras cuatro de titularidad de la Comunidad Autónoma. Son la CL-600, la CL-602, la CL-610 y la CL-621.
La Delegada de Gobierno, Virginia Barcones, ha señalado durante el acto en el que se ha procedido a cambiar la última señal de tráfico con límite a 100 km/h, en La Pedraja de Portillo, que “esta medida no es una decisión arbitraria ni un intento de molestar a los ciudadanos. Nos mueve únicamente el deseo de salvar vidas, de evitar accidentes mortales”.
“En Castilla y León”, ha recordado Barcones, “de los 125 fallecidos en 2018,el 68%, un total de 85, perdieron la vida en carreteras convencionales y, además, en la mayor parte influyó el factor del exceso de velocidad”. En Valladolid, de las 14 víctimas mortales registradas en 2018, fallecieron 6 en carreteras convencionales, el 33%.
PRINCIPALES OBJETIVOS
El principal objetivo de la medida es reducir la siniestralidad vial y cumplir el objetivo establecido en la Estrategia de Seguridad Vial 2011-2020 de bajar de 37 la tasa de fallecidos en accidente de tráfico por millón de habitantes. En 2017 la tasa fue de 39. En Castilla y León, ésta fue de 67 en 2017.
Converger con Europa. La mayoría de los países de la Unión han ido adoptando medidas de reducción de las limitaciones de velocidad en aquellas vías en las que no hay separación física de sentido, siendo la tendencia mayoritaria la limitación de 90 km/h aunque algunos países ya han apostado por establecer en estas vías limitaciones de 80 km/h, como Suecia y Holanda, referentes en seguridad vial.
Reducir la diferencia de velocidad entre vehículos de transporte de viajeros y mercancías respecto de los turismos. Según diferentes estudios, los vehículos que circulan a velocidades dispares de la media de la vía, como pueden ser los camiones en relación a coches y motos, son más susceptibles de provocar un accidente, con una probabilidad seis veces mayor que si estos vehículos circularan a la media del resto. Del mismo modo, velocidades de circulación más homogéneas favorecen la fluidez del tráfico.
Avanzar hacia el establecimiento de un sistema seguro vial, que consiste en tratar de minimizar las consecuencias negativas de un potencial accidente. Los límites de velocidad son el instrumento adecuado para equilibrar las necesidades de movilidad y seguridad ya que a menor velocidad, el impacto en caso de siniestro es menor.
RAZONES DE PESO
Esta bajada de velocidad se produce en aquellas vías donde se registra el mayor número de víctimas (en torno al 75-80% de media en los últimos 5 años) y en las que la velocidad es un factor concurrente.
En 2018 han fallecidos 85 personas en estas carreteras en Castilla y León. El accidente más frecuente es la salida de la vía que representa el 39% de los accidentes mortales, seguido de las colisiones frontales con el 32%. Muchos de estos accidentes están relacionados con pérdidas de control debido a velocidades excesivas.
A mayor velocidad, mayor distancia de detención. En condiciones óptimas, de vehículo, carretera, conductor y atmosféricas, a 90 km/h se necesita 70 metros para detener el vehículo y a 100km/h la distancia se eleva a los 84 metros, o lo que es lo mismo, más de lo que mide de ancho un campo de futbol. Con el suelo mojado, la distancia de detención aumenta casi un 70%
Así mismo, a mayor velocidad, menor campo de visión. Un conductor circulando a 65 km/h tiene un ángulo de visión de 70 grados, a 100 km/h el ángulo de visión se reduce a 42 y a 150 km/h dicho ángulo es de 18 grados, es decir, solamente ve el centro de la carretera.