Los juegos autóctonos abrieron las actividades del fin de semana del Privilegio de Villazgo
El I Torneo Villazgo Juegos Autóctonos Infantil superó todas las expectativas previstas en cuanto a participación. Finalmente fueron 56 participantes los que acudieron a las pistas de deportes autóctonos de Aldeamayor procedentes de Alcazarén, Simancas, y Aldeamayor.
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En la tarde de ayer, en las pistas de juegos autóctonos al lado del polideportivo municipal, se disputó el primer torneo infantil “Privilegio de Villazgo” para niños de entre 7 y 14 años. Aldeamayor es uno de los municipios que gracias al empuje del técnico de deportes, Mario García Conde, de voluntarios como Teodoro Torres y Quintín Vivas y a la colaboración activa de los padres más está apostando por la práctica de estos juegos entre la población infantil.
La de ayer era la primera experiencia de este tipo que se organizaba en el municipio de forma autónoma, tras la jornada celebrada el pasado mes dentro de los Juegos Escolares de la Diputación. Las previsiones se superaron con creces y fueron casi sesenta niños los que pudieron disfrutar de estos juegos en una soleada y airosa tarde de viernes. Los 56 niños inscritos tiraron en los cuatro juegos previstos –tanga, calva, rana y bolos- de tal manera que se sumaron los puntos obtenidos en cada una de las disciplinas para obtener la clasificación general.
En categoría general masculina los campeones fueron Pablo de Simancas, Iñigo de Alcazarén y Álex, también de Alcazarén. En categoría masculino local los trofeos fueron a parar a las manos de Marcos, Hugo y Jairo. En la categorías de niñas, Sara y Lucía de Aldeamayor y Vega de Alcazarén se llevaron los tres primeros premios de la clasificación general, mientras que en la local, las tres niñas vencedoras fueron Alba, Gema y Erika.
Hay que destacar el buen ambiente entre todos los participantes que hizo que se disfrutara de una jornada amena y divertida.
Señalar también que unos metros más allá de la zona de los niños, algunos de los miembros de la Asociación de Jubilados disputaban unas partidas de petanca, otro de los juegos tradicionales con gran arraigo en el pueblo y sobre todo entre el colectivo de mayores.