VALLADOLID ACOGE LA EXPOSICIÓN ‘AYER/HOY/MAÑANA’ DEL CENTRO DE SUPERCOMPUTACIÓN DE CASTILLA Y LEÓN
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El Centro de Supercomputación de Castilla y León (SCAYLE), con sede en León, ha recopilado una serie de imágenes que ha convertido en una exposición, en la que se puede conocer cómo eran los métodos de trabajo de computación antes de existir esta instalación. La exposición 'Ayer/Hoy/Mañana' pretende ilustrar la metodología de trabajo que había en el pasado, cuando la investigación se desarrollaba al margen del uso de la supercomputación y no había este tipo de instalaciones, e ilustra mediante una colección de fotografías la evolución de los procesos de investigación antes y después de que se introdujeran las nuevas metodologías de la supercomputación.
La exposición ha estado abierta al público en las instalaciones de SCAYLE en León hasta el 31 de enero y podrá visitarse ahora en Valladolid, en el hall de la sede de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente, donde permanecerá hasta el 2 de marzo.
Con la construcción de SCAYLE, cofinanciada con fondos FEDER, se proporcionaron nuevas herramientas de trabajo y se facilitó el uso de grandes infraestructuras al servicio de la investigación, lo que ha supuesto el despegue definitivo, tanto tecnológico como económico de Castilla y León. La supercomputación ha sido integrada en gran cantidad de procesos industriales, científicos, técnicos y académicos, cubriendo las necesidades de la comunidad científica, ya que han sido aplicados a diferentes campos como la astrofísica, meteorología, biotecnología, eficiencia energética, tecnologías de la información y comunicación.
SCAYLE ha supuesto un antes y un después en el uso de las tecnologías de la información y comunicación en Castilla y León, estableciendo redes de colaboración permanente, constantemente actualizadas, eficientes y competitivas, que contribuyen al desarrollo económico de la Comunidad y a la mejora de la competitividad de las empresas.
La exposición pretende concienciar sobre los avances científicos que pueden ser posibles gracias al uso de la supercomputación y el cálculo intensivo, que han supuesto un salto cualitativo respecto a lo que nuestras empresas y centros de investigación disponían anteriormente, cómo los fondos europeos han ayudado a conseguirlo, y el efecto que los mismos han podido tener respecto del pasado de la región, y cómo pueden influir en su futuro. El proyecto del Centro de Supercomputación ha sido reconocido como buena práctica en el marco del Programa Operativo de Castilla y León (FEDER).
En la actualidad SCAYLE desarrolla proyectos I+D+i en colaboración con otros organismos públicos, instituciones y empresas, ofreciendo un futuro prometedor en campos como la ciberseguridad, inteligencia artificial o Big Data.
Sobre el Centro de Supercomputación de Castilla y León (SCAYLE)
SCAYLE es una fundación creada en 2008 por la Junta de Castilla y León y la Universidad de León, dependiente de la consejería de Fomento y Medio Ambiente, cuya finalidad es la mejora de las tareas de investigación de la universidad, los centros de investigación y las empresas de Castilla y León.
Se encuentra situada en el Campus de Vegazana, en la Universidad de León, y desde allí presta servicios muy especializados de cálculo científico al servicio del incremento de la productividad y el crecimiento económico de Castilla y León.
SCAYLE promueve acciones de innovación en el mundo de la Sociedad del Conocimiento, en el área del cálculo intensivo, las comunicaciones y los servicios avanzados, contribuyendo así al desarrollo económico de la Comunidad y a la mejora de la competitividad de las empresas mediante el perfeccionamiento tecnológico.
Su principal infraestructura es el superordenador ‘Caléndula’, que tras su última actualización ha alcanzado una potencia de cálculo de 130 TeraFlops, 130 billones de operaciones de coma flotante por segundo, lo que le sitúa como el de mayor densidad de España en potencia eléctrica por armario. Ha participado en el proyecto de investigación dirigido por el laboratorio LiGO en los Estados Unidos, cuyos tres fundadores han sido galardonados con el Premio Nobel de Física 2017, aportando 480.000 horas de cálculo.