PORTILLO VUELVE A VIVIR LA TRADICIÓN DE ‘CORRER LAS CASTAÑAS’
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Cientos de personas, entre niños y grandes, volvieron a ‘Correr las castañas’ en Arrabal de Portillo el pasado viernes. Se trata de una tradición que se realiza en la tarde del 5 de enero y que consiste en ir pidiendo golosinas por diferentes puntos del pueblo como son el Ayuntamiento de Portillo, las sedes de asociaciones y colectivos locales y domicilio de los concejales del consistorio.
Este acto, sin duda uno de los momentos más especiales y entrañable de las Navidades en Portillo a la que poco a poco se están sumando niños de otras localidades vecinas, se remonta a mediados del siglo XX aunque fue recuperada en los años 80 de ese siglo pasado por las asociaciones locales tras un periodo de ausencia.
Aunque el paso de los años ha variado alguna de sus características originales, puesto que ya no hay toque da campanas para marcar el inicio de la celebración; ya no son las casas del secretario, del médico, del veterinario o el mismísimo cuartel de la Guardia Civil los puntos donde unos y otros se van dirigiendo; y ya no son castañas las que se arrojan desde los balcones de estos edificios sino caramelos y chucherías industriales, lo que no ha variado un ápice es la ilusión con la que jóvenes y mayores viven ese momento independientemente de que la cantidad de veces que haya vivido a lo largo de los años.
Como ocurre cada año, el punto de encuentro es el frontispicio del Ayuntamiento de Portillo, en la Plaza de San Juan Evangelista de Arrabal, y la hora de comienzo las tres de la tarde cuando el Alcalde de la villa, en esta ocasión Juan Ignacio Álvarez, y la corporación salen al balcón de la Casa Consistorial para arrojar a los presentes en la Plaza de San Juan Evangelista las primeras ‘castañas’ de la velada. Con este punto de partida y durante más de una hora todos los presentes pasaron por el domicilio de la concejala Leticia Sanz; por las sedes de la Asociación de Amas de Casa ‘El Tomillo’, del Club Deportivo Portillo, y del Club Atlético Portillo; por la casa de los ediles Pedro Alonso; por el ambigú del teatro Álvaro de Luna; por las casas de los también concejales Fernando Esteban, Jorge López, Alexandra Gascón, Juan Esteban, María Fernández, Pedro Jesús Gregorio; y por la sede de la Asamblea Local de la Asociación Española de Lucha contra el Cáncer en busca de las “castañas” que salían despedidas de pórticos, ventanas o balcones.
Aunque la última parada del programa festivo era la cabalgata de Reyes Magos que tenía que recorrer las calles de los dos distritos del municipio, las condiciones climatológicas impidieron su celebración y únicamente se realizaron las oportunas recepciones de Sus Majestades a los más pequeños de la villa.