LOS QUINTOS DE ALDEAMAYOR DE 1992 CELEBRARON SUS BODAS DE PLATA
En el lado izquierdo una imagen de 1992 y en el lado derecho otra de 2017 de los siete quintos.
Juan José Villalba Pinilla; @Juanillo_v_p
Si bien en Aldeamayor la fiesta de ‘Los Quintos’ desapareció años después de la supresión del Servicio Militar Obligatorio, durante décadas y décadas fue una de las principales celebraciones de la localidad. Sus protagonistas eran los mozos que, al cumplir la mayoría de edad, estaban convocados a cumplir con la ‘mili’ y durante un fin de semana, generalmente el último de febrero o el primero de marzo, junto a familias y amigos desarrollaban todo un programa de actividades a los que también terminaban por unirse todos los vecinos. Los quintos de Aldeamayor de 1992 –los nacidos en 1974- han conmemorado durante las últimas semanas sus bodas de plata.
La primera de las celebraciones tuvo lugar el pasado mes de marzo con una comida de hermandad en la que únicamente se reunieron los siete varones aldeamayorenses, entonces unos jóvenes de 18 años hoy ya cuarentones, que entraron en quintas en el año de las Olimpiadas de Barcelona y de la Expo de Sevilla. José Félix Arribas, Alberto García, José Ignacio Gómez, Roberto Montes, Juan Carlos Olmedo, Carmelo Palencia y Ricardo Sánchez recordaron en esta cita vivencias de aquellos años y especialmente de aquel fin de semana de marzo de 1992 en el que se erigieron en estrellas de la vida social del pueblo y en el que celebraron que en unos meses entrarían en un sorteo que les designaría el destino donde cumplir con el Servicio Militar o, en algún caso, con la Prestación Social Sustitutoria. Alguno de ellos acudió provisto del gorro negro con listones rojos que siempre particularizó a los quintos de Aldeamayor del de otras poblaciones -que en su práctica totalidad confeccionó la vecina del pueblo Concepción Benito Villafañez ‘Puri’- y que hecho de un cuero denominado ‘badana’ botaba varios metros si se tenía una mínima técnica. Muchos de esos gorros ‘murieron’ en acto de servicio reventados por los continuos lanzamientos de los propios quintos o de todo que pasaba por allí pues lo de botar el gorro era entonces, al igual que dicen del golf ahora, algo adictivo.
La segunda de las citas de esta efeméride tuvo lugar en la noche del pasado sábado y nuevamente en torno a una mesa y unas viandas. En esta ocasión a la velada estaban convocadas también ‘las quintas’ de 1992, -Ana de la Cal, Alicia Gómez, Natividad Gómez, Eva Mª de Miguel, Conchi López Gómez, Pilar Gil, Carolina Herrero, Rosa Martín, Gloria Juárez, Carolina García, Olga Mª Manrique, Mª Teresa Nieto y Susana Manzano- que si bien en aquel año del Señor de 1992 no tuvieron que preocuparse por sorteo alguno, participaron activamente de todo lo que ocurrió hace ahora veinticinco años. Aunque finalmente y por distintos motivos no pudieron estar todos los llamados, el encuentro sirvió para compartir recuerdos y emociones y finalizó en un pub de la localidad bailando al ritmo de temas de los años 80 pinchados por uno de los propios quintos, Roberto Montes, que tras haber sido pinchadiscos de moda en el municipio en los 90 y tras una larga ausencia de las cabinas, ha reaparecido en los últimos meses en la escena musical local con no poca aceptación de crítica y público.
El nombre de ‘Quintos’ proviene de la contribución de sangre u obligación de servicio militar que Juan II de Castilla impuso durante su reinado, según la cual uno de cada cinco varones debía servir en el ejército, disposición que Felipe V retomó en 1705.
Cena de quintos y 'quintas'.