Hablando de la clase política y de Sánchez Gordillo

Hoy traemos a la sección de opinión dos artículos relativos a la clase política y al ínclito Juan Manuel Sánchez Gordillo. Se trata de dos reflexiones de Saúl Núñez, presidente de la A.J. de Antiguos Alumnos Ribera del Cega y de NNGG Mojados.

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El saco corrupto

Hoy, quiero defender a un colectivo el cual está siendo gravemente atacado: la clase política.

Últimamente estamos tachando a los políticos de corruptos, ladrones, mentirosos y otros calificativos de igual calibre, pero sobre todo de corruptos.

He estado investigando y me he encontrado que España acabó el año 2012 con más de 300 políticos imputados en presuntos casos de corrupción, lo cual supone un 0,07% del total de los políticos españoles. Por eso el motivo de la presente, estamos metiendo en el mismo saco a todos los políticos, ese saco que en su etiqueta lleva implícita la palabra “corrupción”. Mirándolo positivamente es un porcentaje muy bajo, aunque por el lado negativo sigue habiendo corrupción. Ojalá al acabar el año 2013, ese 0,07% se convierta en un 0,00%.

Gordillo ha visto mucho Curro Jiménez

Hablemos de Sánchez Gordillo, este señor que hace actos vandálicos y luego presume de que hace el bien. Si se hace el bien, se hace para todos, en el momento que uno sufre ya no se hace el bien sino el mal.

EL Sr. Gordillo dice que la rebeldía pacífica es necesaria, según la Real Academia de la Lengua Española, rebelde es aquel que faltando a la obediencia debida se rebela, quiero remarcar la parte que dice faltando a la obediencia, es decir, desobedeciendo las leyes y algo que es peor desobedecer a la madre de todas la leyes, la Constitución Española, la base de la democracia, aquella que reconoce en su artículo 33 el derecho a la propiedad privada.

Hermann Tertsch afirma que Sánchez Gordillo es un delincuente más que ha visto cómo el delito y su apología ya le lanzan de nuevo a la gloria televisiva. En parte tiene razón, este hombre se ha dado a conocer gracias a su vandalismo y a sus robos, por qué no decirlo, bajo mi punto de vista irrumpir en un supermercado, coger diversos productos y salir sin pagar, se conoce como robar. Pues ese es el acto tan caritativo que realiza Sánchez Gordillo.

Por cierto, Marinaleda tendrá datos positivos en lo que se refiere al paro etcétera etcétera, pero no es oro todo lo que reluce, el Ayuntamiento de Marinaleda acumula una deuda viva de 2,38 millones de euros a 31 de diciembre de 2012, según el Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas. Según fuentes, la cooperativa de Sánchez Gordillo no paga a sus trabajadores. Y muchos más datos negativos que la ciudadanía desconoce.

Para mí eso no es digno de una democracia, ya no lo que hace este señor, sino robar en general, ya sea dinero o productos de un supermercado.