¿Dónde tienen su origen los encierros de Portillo?

La primera pregunta que debemos hacernos es si los encierros son algo distinto de la fiesta de toros. A partir de esa pregunta, y repasando la historia, tendremos una visión más clara de cómo evolucionaron estos festejos.

Carlos Cerro Santos

Con anterioridad a los años sesenta, el ganado no se transportaba en camiones. Era transportado a pie por los pastores, entre los que había alguno de a caballo. Como consecuencia de ello, la fecha y la hora en la que los toros llegaban al pueblo era incierta. Cuando se divisaba el polvo producido por la manada, la gente se reunía a las afueras del pueblo, en algún cruce de caminos, para conducir y encerrar los toros en un corral del pueblo. Comenzaba así el regocijo de la fiesta. Esto son los encierros y no cambiaron mucho desde el S.XV hasta la actualidad. Los encierros son algo inseparable de la fiesta de toros y forman parte de ella. La documentación conservada en el Archivo Municipal de Portillo tampoco parece hacer esta distinción, hablan siempre de “toros”, “fiesta de toros” o de “correr toros”.

En un momento aun sin  determinar, el corral al que se conduce los toros se halla fuera del pueblo; concretamente en  el Pinar del Comeso. Es entonces, el momento en que se comienza a guardar el ganado en el Comeso, cuando los encierros empiezan a ser “encierros por el campo”. Había que ir a buscar los toros, atravesar caminos, pinares y sembrados y conducirlos al pueblo. Hasta mediados del S.XX, los toros eran conducidos por los pastores desde sus lugares de origen. Entre las obligaciones del ganadero que suministraba los toros para la lidia estaba el conducir hasta las plazas de ambos distritos las reses bravas. En otros pueblos con tradición de encierros, las reses eran conducidas hasta las afueras del pueblo y allí la gente las esperaba para acompañarlas hasta la plaza. En Portillo era un poco diferente. La manda se conducía hasta el corral del Comeso, el pueblo iba a buscarlos allí y los subían a las plazas de Portillo y Arrabal donde se lidiaban y corrían.

A principios de los sesenta, el transporte de los toros en camiones provoca la aparición de otra actividad relacionada con los toros, el “desencajonamiento” también llamado “desenjaule”, consistente, como la misma palabra indica, en sacar los toros del camión para que el vecindario pudiera comprobar sus hechuras y dar los primeros cortes y carreras.

Por último, podríamos hacer algunas consideraciones finales sobre el origen, la antigüedad y la evolución de la fiesta de los toros en Portillo. Afortunadamente, el Archivo Municipal conserva documentación que ha permitido documentar la fiesta de los toros en 1471. Los toros junto a los bailes, dulzainas, fuegos artificiales y hogueras, eran la parte profana de la celebración de los festejos. La fiesta de los toros se celebra desde tiempo inmemorial como parte esencial de la fiesta de Portillo. En los tiempos actuales, ha aumentado la cantidad de público asistente y de caballistas que acompañan a los toros. Con anterioridad era poca la gente que poseía caballerías, por ello el encierro se celebraba con corredores, los caballos sólo acompañaban la manada para ayudar en sus conducción. Ahora los caballistas son el acompañamiento mayoritario de los toros hasta las cercanías del pueblo y menos los de a pie.

¡La fiesta de los toros a cambiado a lo largo del tiempo, pero siempre ha acompañado la celebración de las fiestas patronales de este pueblo!