El C. F.Viana pierde dos puntos víctima de sus propios errores y del árbitro

Como en la pasada jornada, los de Viana de Cega volvieron a desaprovechar numerosas ocasiones de gol y sufrieron dos claros penaltis en la última fase del encuentro que no fueron sancionados.

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C. F. Viana de Cega (2):Deme; Edu, Ribote, Luis, Alberto (Isaías'), Toño (Adrián), Diego, Ferchi, Melo (Manu), Carlitos, Javo (Saúl).

C.D. Boecillo (2): Javi, Julio, Alberto, David, Jonathan, Aure, Aitor (Barroso), Carlos, Borja (Sergio), Vázquez, David Mangas (Del Olmo).

Como en la pasada jornada, el C.F. Viana mereció mejor suerte. Si en aquella ocasión un empate hubiera sido lo más justo, en el día de ayer por ocasiones creadas, los vianeros merecieron llevarse los tres puntos. Sin embargo, a los fallos de los delanteros en situaciones claras de gol hay que sumar la pésima actuación del árbitro en los últimos minutos, dejando de sancionar dos penas máximas a favor de los “Black”. El joven colegiado, ensombreció en 15 minutos el buen trabajo que había realizado hasta el momento, convirtiéndose en protagonista del encuentro, lo que enervó los ánimos de la hinchada local.

El partido se inició con una muy buena presión de Viana que adelantó bastante sus filas y se hizo dueño del encuentro. Esa presión, de un equipo más centrado, se materializó en sendas ocasiones de gol de Carlos Casares que o bien por el meta boecillano Javier Fernández o por la falta de puntería no subieron al marcador.

A partir de ahí, quizás por las reiteradas broncas a sus jugadores del técnico visitante Jesús de la Torre, o bien porque el ritmo con el que salió el C.F. Viana es difícil de aguantar mucho tiempo, el C.D. Boecillo se sitúa mejor sobre el campo con lo que la posesión de balón, que hasta entonces había correspondido casi por completo a los locales, se iguala. El partido entra en una fase de dominio alterno, sin claras ocasiones de gol.

La primera ocasión de Boecillo llega en el minuto 30 a raíz de un libre indirecto que el colegiado señala en el área local por una falta de saque de Deme que enmienda su error con una soberbia parada, evitando lo que podía haber sido el 0-1. Si riguroso fue el colegiado en la señalización de la falta, no lo fue a la hora de una posible amonestación al meta por sus continuas protestas tras la jugada.

El partido sigue sin un dominador claro, con alternativas en el juego y ocasiones por ambos lados como un balón estrellado por Melo en el poste derecho de la meta de Javi o una falta sacada nuevamente con mucho peligro por los verdes de Boecillo.

Al filo del descanso, cuando los jugadores estaban ya pensando en encarar el camino de los vestuarios, llega el primer gol. “El balón pasa entre dos defensas visitantes, llega al delantero de Viana con bastante suerte, pues no se esperaba el fallo defensivo, pica el balón ante la salida de Javi que comete penalti, pero finalmente el balón acaba colándose en la meta visitante”. Así lo explicaba Jacas, capitán del equipo juvenil del C.D. Boecillo que se viendo el encuentro. Con el inesperado gol de Ferchi, los dos equipos abandonan el terreno de juego con un marcador que hacía justicia a lo visto en esa primera parte.

Si nadie se esperaba el 1-0, qué decir del empate, pues sin tiempo para que los jugadores se posicionaran en el campo, Boecillo logra la igualada por mediación de Alberto tras aprovechar un rechace.

Viana se rehace de este excesivo castigo y vuelve a hacerse dominador del encuentro. A los nueve minutos de esta segunda parte tiene otra clara ocasión para desequilibrar el marcador, pero el lanzamiento de la delantera local pasa lamiendo el poste izquierdo de la portería rival. Sería a los 20 minutos, y tras un penalti claro a Melo en el área de Boecillo, cuando el marcador se desniveló al transformar Diego la peña máxima poniendo el 2-1 en el marcador. Acto seguido, Toño pudo sentenciar el encuentro, al errar un mano a mano con Javi y enviar fuera una vaselina cuando lo más fácil hubiera sido fusilar al portero.

Y como suele pasar cuando se falla tanto, al final se paga. Tras el  2-1 y la ocasión de Toño, los locales bajan de intensidad en el centro del campo, dejando que las huestes de Boecillo lleguen con más claridad a la frontal del área. En una de estas llegadas, se produce una falta que supone el empate. El lanzamiento es rechazado por Deme, pero el balón queda muerto y es rematado por David a las mallas. Los boecillanos conseguían el 2-2 definitivo.

El jarro de agua fría que para los locales supuso el empate, parece que los revivió y se lanzaron a la búsqueda de la victoria no faltando ocasiones. A falta de 8 minutos para el final del partido, Javi, sin duda el mejor de Boecillo, salva los muebles al detener el remate de Javo. Y ya en las postrimerías del encuentro, el árbitro no señala un claro penalti cometido sobre Carlitos Casares por la defensa visitante, ni tampoco unas más que posibles manos de un defensa local. Estas acciones y alguna más anterior, encresparon los ánimos, no sólo de la afición local sino del cuerpo técnico del Viana, lo que supuso la expulsión del delegado del equipo. El partido concluyó, visto lo visto, con excesivo castigo para los locales y premio para los visitantes.